El sistema educativo venezolano ha estado en rápido declive. En 2016, en medio de una crisis humanitaria nacional generalizada, los docentes comenzaron a abandonar la escuela debido a una drástica disminución de los salarios de los docentes. También hubo un aumento significativo en la tasa de deserción estudiantil.
Por: El Espectador de Caracas con información de Radio Fe y Alegría Noticias
Para agravar estas ya terribles circunstancias, el chavismo declaró una cuarentena nacional el 17 de marzo de 2020 y los estudiantes se vieron obligados a permanecer en casa, creando nuevas barreras para acceder a la educación.
En abril de 2020, el Ministerio de Educación del chavismo anunció que las clases se impartirían con “métodos a distancia” durante el resto del año. Al final, las clases presenciales solo se reanudaron parcialmente a fines de octubre de 2021, luego de 19 meses de aprendizaje remoto.
Las precarias condiciones del sistema educativo antes de la pandemia del Covid-19, junto con los efectos de la pandemia, han dejado a Venezuela en una situación en la que la asistencia estudiantil continúa cayendo, y los docentes enormemente mal pagados continúan renunciando, y la calidad de la educación sigue peligrosamente baja. Estas circunstancias constituyen violaciones sistemáticas del derecho a la educación, ya que las autoridades continúan incumpliendo sus obligaciones en términos del derecho internacional.