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Avanza en la esquina de San Francisco el proceso para designar unos nuevos Rectores del Consejo Nacional Electoral –CNE- ante las críticas de algunos. Las personas que han aceptado postular su nombre para ese organismo eso han recibido, independientemente de las calidades personales que las mismas tienen..

Las objeciones mediáticas tienen distinto tenor, entre éllas el referido a la legitimidad del órgano que hará la designación y por ende, el “colaboracionismo” de quienes se presten a participar en aquél.

En política –como en la vida-una cosa es lo que se quiere y otra lo que hay. Aún cuando la Asamblea Nacional elegida el 2015 continúa en funciones a través de la Comisión Delegada, es lo cierto que sus decisiones muy poco impacto interno tienen. Ello no ocurrirá con la que se eligió, contrariando la Constitución, el pasado 6D.

Mientras la situación interna venezolana se mantenga como al presente está, es esa asamblea la que impactará a los venezolanos, puesto que no fuimos capaces de generar una reacción interna que revirtiere su elección, como consecuencia de la participación en la Consulta Popular del 12D. La política no sólo es  asunto de deseos, también lo es –y cómo-  de realidades.

Así las cosas, las  leyes y designaciones que los asambleístas del 2021 aprueben serán acatadas por todos, aún a regañadientes, como en efecto ocurre en la actualidad con normativas emitidas por la constituyente que actuó hasta diciembre pasado, lo que  no hace a ningún venezolano “colaboracionista”. Es la fuerza de los hechos y las bayonetas que los respaldan.

Los venezolanos debemos comprender que mientras no exista el retorno a la democracia, quiénes en Caracas actúan son alcabalas –lo que en Colombia se llama Retén-  por las que debe pasarse aún a disgusto. Tan es así que el país está pendiente que este 31 de marzo próximo vence el plazo para pagarle al SENIAT que maneja el señor Maduro el impuesto sobre la renta causado el año anterior, que es lo que le permite -entre otras cosas- comprar las armas con las cuáles les ataca, sin que éllo implique conformidad con el cobrador y el destino del dinero.

En la actual situación del país, cuando a pesar de las distintas estrategias desplegadas, no ha sido posible vencer al adversario, corresponde ser creativos y aprovechar los espacios que este se ve obligado a abrir para sumar fuerzas en búsqueda del retorno a la democracia.

Así entonces, no debe ser necesario leer a algún tratadista de la guerra para comprender que, cuanta rendija exista para enfrentar a un adversario, debe ser aprovechada. Si cuando se realicen este año las elecciones previstas, uno de los árbitros, es una persona imparcial, bienvenida sea su designación, aún cuando finalmente se acuerde la  abstención.

Gonzalo Oliveros Navarro | @barraplural