Nicolás Maduro ha anunciado la privatización de las empresas públicas de Venezuela. En sus tímidos pasos privatizadores ha puesto a la venta entre el 5% y el 10% de las acciones de las empresas en la bolsa de Caracas. En declaraciones a los medios oficiales, el mandatario no abundó en detalles a qué clase de empresas estatales y en qué condiciones será la venta de acciones, pero sí mencionó a la telefónica CANTV, las empresas básicas de Guayana (sur del país) y de gas.
ABC | Ludmila Vinogradoff
No mencionó la estatal industria petrolera de Pdvsa, cuya eventual privatización tendría que modificar primero la Ley de Hidrocarburos por parte del Parlamento, donde el Estado venezolano debe figurar con el 51% de las acciones en cualquier contrato que se firme con los entes privados.
El mandatario venezolano ha dado un giro de 180 grados en la política económica nacional que ni siquiera Chávez habría soñado. El legado que le dejó hace nueve años antes de morir fue un librito titulado ‘Plan de la Patria’ que plantea un absoluto control del Estado en las empresas y en la sociedad, lo que Maduro ha revertido y aplicado parcialmente a su conveniencia.
Al contario de la apertura iniciada por Maduro, su predecesor Chávez era enemigo de la empresa privada y ordenaba la nacionalización de empresas y la expropiación de los medios de producción a la mejor usanza del marxismo. Maduro en cambio intenta atraer capital privado e inversores extranjeros y nacionales con la privatización de empresas y la dolarización de la economía para completar el eslogan de que ‘Venezuela se arregló’ después de la profunda crisis de la hiperinflación de 35.000% y caída del 80% del PIB durante su gestión.