Título que automáticamente asociamos con una novela de 1800, única obra de la escritora Emily Bronte. La crítica la tiene como un “dramón” lleno de insensateces, y precedente que envenenó la pseudo cultura literaria hasta la hidra de mil cabezas que es la telenovela. Orden superior de lo tedioso y lo menos aceptable de la literatura llorona.
Ahora, otra versión: XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno- espantajo de terror destinado a demostrarnos en cuán poca valía histórica, política y social nos tiene la humanidad, a los países de este dominado y superexplotado e inestable continente americano.
El drama de la novela Cumbres Borrascosas se proponía evidenciar que el odio y la venganza pueden destruir no solo la vida de la persona que los posee, sino de quienes la rodean.
Esta Cumbre Ibero, desde fundada, tiene, sino ese mismo fin, otro, reunir a presidentes del continente y demostrarles que el poder imperial los conminó, y, ahora, está reforzado, en tanto que España, no solo es “corre ve y dile” del poder del imperio neoliberal estadounidense, tanto en la Europa-Otan, como en las Américas. Y para ello, vende en las cumbres como máximo figurón y mascarón de proa, hasta un rey, por supuesto Borbón, de España.
Este teatro se ha montado ya en 28 representaciones en escenarios continentales, con el mismo remake de escenografía, texto e ideología.
Pero algo habremos aprendido de esas 28 zarzuelas anteriores y estamos seguros de que esta no será la excepción. Acabarán haciendo como siempre, y hasta que el tiempo y las prisas de quienes deben atender las locuras de Ucrania, o sus pentágonos, ordenen el negocio de la próxima invasión. Aunque, en su violencia, terminen por quemar la mielina de las dendritas que aún les sobrevivan. O no haya ingenio que pueda recrear alguna encíclica que nos parezca nueva, hasta desempolvarán las viejas peroratas anticomunistas o las fascistas de moda o, simplemente, impondrán desde Harvard las fechas y anécdotas de una nueva patraña geopolítica.
Así que, prepárense a oír los mismos discursos triviales o las inútiles proclamas, entre finezas y fotos, bien surtidos de olores de yerbas de cumbres que no sirvieron para nada.
El colmo: hasta el eslogan: Juntos hacia una Iberoamérica justa y sostenible anuncia la náusea que se traen. La duda: ¿ a cuál presidente de Venezuela van a invitar?