Entre las mil y una molestias que nos aquejan día sí y día también, las boqueras es una de ellas. La boca es una zona de nuestro cuerpo especialmente vulnerable a las lesiones debido a su mayor exposición con el exterior. Por ejemplo, el frío en muchas ocasiones es el responsable de unos labios secos y agrietados; o la comida y una mala higiene bucodental, de llagas o irritaciones. ¿Y cuáles son los culpables de la boquera, también conocida como queilitis angular? Estas heridas en la comisura de los labios se originan, concretamente, por un desarrollo excesivo de hongos y/o bacterias.
Por: El Espectador de Caracas con información de Ciudadteplus
Tal y como apunta Margarita Pardo Sánchez, especialista en medicina familiar del Hospital Vithas Madrid Aravaca, existen ciertos factores de riesgo que pueden contribuir a la aparición de estas lesiones, entre los que se encuentran:
- Llevar prótesis dentales mal ajustadas.
- Tener salivación excesiva (sialorrea), asociada a determinados medicamentos y a algunas patologías neurológicas, además de la que se produce en la etapa de la dentición de los bebés.
- Sufrir de carencias nutricionales, de vitaminas y minerales esenciales, como la anemia ferropénica y el déficit de vitamina B12.
- Padecer diabetes mellitus.
- Factores ambientales, como el frío o el calor excesivos.
- Sufrir infecciones en la boca originadas por la presencia de bacterias, virus u otros microorganismos patógenos.
- Patologías como el VIH o el sida también pueden ocasionar boqueras.
- Tener candidiasis oral.
Cómo tratar las boqueras
Las boqueras, aunque no revisten gravedad, pueden llegar a ser realmente molestas. “Causan cierto dolor, enrojecimiento y descamación del borde de la boca, produciendo dificultad para abrirla bien, así como una sensación de tirantez constante. Las boqueras más profundas también pueden sangrar”, detalla Pardo.
El tratamiento para combatir estas heridas variará en función de la causa de su desarrollo. Así, continúa la especialista, se dirigirá a tratar el origen del problema. “Una alimentación sana y equilibrada, además del cuidado del sistema inmunitario, contribuyen a prevenir la aparición de las boqueras”, añade. A veces, el médico puede solicitar al paciente alguna prueba como análisis de sangre para determinar qué le está provocando estas heridas.
De esta manera, en caso de que el motivo de esta molestia sea un déficit nutricional, el profesional recetará algún suplemento vitamínico o cambiará algún aspecto de la dieta que lleve el paciente para suplir esa falta nutricional. Si, por otra parte, es una infección la responsable de la herida, la aplicación de cremas antibióticas o antifúngicas ayudará a la curación.
Las prótesis dentales también pueden ser la razón de la aparición de las boqueras. Por eso, el dentista deberá revisar en estos casos los implantes dentales, pues seguramente estén mal ajustados.
Por último, si detrás de estas lesiones se esconden ciertas enfermedades, como la ya mencionada diabetes, el tratamiento se dirigirá a rebajar el efecto que estas producen en la boca.
Asimismo, con el fin de acelerar la curación de las boqueras, Pardo da los siguientes consejos:
- Evitar tocar las heridas (ni con los dedos ni con la lengua) y no abrir excesivamente la boca para que estas cicatricen bien.
- No comer alimentos ácidos, picantes o muy calientes.
- Mantener una buena higiene bucodental.
- El gel de aloe vera puede ser una buena opción para la cicatrización de estas lesiones.
¿Cuánto tardan en curarse las boqueras?
De forma general, las boqueras suelen tardar en curarse entre una y dos semanas, según la profundidad de la herida y el tratamiento que se aplique en función de la causa. La especialista en medicina familiar recomienda que, en caso de que estas heridas persistieran pasadas las dos semanas, es conveniente acudir al centro de salud para realizar un examen médico.
