En agosto de 2020, Adina Díaz y Celis Chipiaje, mujeres indígenas; fueron abusadas sexualmente cuando cumplían servicio militar en un puesto naval en Puerto Ayacucho, estado Amazonas. Por ese hecho imputaron al teniente de fragata de la Armada Nacional Bolivariana, Roger Bracho García, quien era el oficial superior de las féminas.

Por: El Espectador de Caracas con información de Radio Fe y Alegría Justicia

Sin embargo, no fue sino hasta ayer 22 de abril cuando el Tribunal Primero de Juicio en materia de la Circunscripción Judicial de Amazonas declara culpable a Bracho. El funcionario recibió una sentencia de 13 años de cárcel por el delito de “abuso sexual agravado con penetración y continuado”.

Bracho será recluido en un centro penitenciario fuera del estado Amazonas.

Según datos ofrecidos por la ONG Kapé Kapé, el proceso de este caso se llevó al menos 10 meses de audiencias y durante el proceso desfilaron 2 jueves y 3 fiscales.

La organización precisó que tanto Díaz como Chipiaje, denunciaron el caso y quedó a cargo de la Fiscalía Novena del Ministerio Público de Amazonas con competencia en violencia de género y defensa de la mujer, la cual llevó adelante la acusación contra el funcionario militar.

Los hechos

En noviembre de 2021, la ONG Provea reseñó que el padre de una de las víctimas, Eleodoro Díaz, cree que el teniente pudo haber planificado todo porque cuando ocurrió la violación, estaban tres mujeres en el puesto naval y a una de ellas la mandó a hacer un recorrido nocturno. A su hija, la mando a acostarse, pese a que ella no quería.

«Estando ella acostada en su cama, la agarró por un brazo fuertemente y la forzó, la dominó y se aprovechó de su jerarquía de superior, la otra compañera se hizo la que no sabía nada, ni le preguntó nada de lo que había pasado, aun viendo que ella estaba llorando”, dijo Díaz.

No obstante, después de que Adina Díaz decidió contar a su padre lo que le sucedió y luego con la denuncia judicial, salió a la luz pública un segundo caso. En esta ocasión, la víctima dijo que había sido una situación parecida a la de Díaz.

El atacante también resultó ser el efectivo militar y al principio ambas mujeres tuvieron temor en denunciar por el cargo de Bracho y su grado de Teniente.