La sensación de presión en la cabeza suele provocar miedo en las personas. De inmediato, se asocia con un problema grave, pero no siempre es así. Hay múltiples causas por las que se produce esta dolencia.
Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
La presión en la cabeza a veces se experimenta de forma leve y, en otras ocasiones, es una sensación muy acentuada. Es posible que vaya acompañada de otros síntomas como dolor, vértigos, mareo, problemas de visión, calor, etc. La presencia de esos síntomas tampoco equivale a una afección grave de forma automática.
Es común que la presión en la cabeza se experimente al agacharse, levantar objetos o ponerse de pie. A veces, cubre todo el cráneo, pero también es posible que se localice en la frente, la parte posterior de la cabeza, el centro del cráneo o las sienes. ¿Por qué ocurre esto? Enseguida lo veremos.
15 posibles causas de la presión en la cabeza
Lo más habitual es que la sensación de presión en la cabeza vaya acompañada de dolor, en alguna medida. En la mayoría de los casos, no hay de qué preocuparse. Solo hay motivos de alarma cuando tiene una intensidad desmesurada, es muy frecuente o se acompaña de ciertos síntomas. Las principales causas de la presión en la cabeza son las siguientes.
1. Mala postura
Permanecer durante mucho tiempo en una misma postura, en especial si es inadecuada, provoca una sobrecarga en las articulaciones y los músculos de la columna. Esto genera diversas alteraciones. Entre ellas, se encuentra la sensación de presión en la cabeza. Esto ocurre con más frecuencia cuando una persona está sentada con una mala postura por mucho tiempo.
2. Estrés y ansiedad
La cefalea tensional es un tipo de dolor que, casi siempre, va acompañado de una sensación de presión en la cabeza. El aumento del cortisol, la hormona del estrés, unido a la tensión muscular provocada por la tensión en el cuello y la cabeza, suelen desembocar en ese estado. Se experimenta como si se tuviera una cinta apretada rodeando la cabeza junto con un peso en la parte superior de esta.
3. Ataque de pánico
Un estado de máxima ansiedad puede conducir a un ataque de pánico. Uno de los primeros síntomas de este es la presión en la cabeza. También, se produce una sensación de opresión en el cuero cabelludo, mareo, rigidez en los músculos, hormigueo en las extremidades, sensación de amenaza inminente, opresión en el pecho y dificultad para respirar.
4. Fibromialgia
Hasta hace poco se creía que la fibromialgia era una somatización; es decir, una percepción física creada a partir de un estado emocional negativo. En la actualidad, se sabe que no es así. Esta enfermedad provoca rigidez en los músculos y los tejidos conectivos, así como dolor en todo el cuerpo. A veces, esa rigidez se traslada a la cabeza y se acompaña de una fuerte sensación de opresión.
5. Migraña
La migraña es un tipo de dolor muy común que suele provocar esa sensación de opresión en la cabeza. Se desencadena por diversos factores que van desde el estrés hasta la alimentación.
Este malestar genera también náuseas, sensibilidad a la luz, vómitos y problemas para concentrarse. Se estima que el 70 % de la población sufre estos episodios alguna vez, mientras que entre un 1 y un 4 % los padece de manera crónica.
6. Sinusitis
La sinusitis es otra de las enfermedades que provoca presión en la cabeza. Esta inflamación es ocasionada por virus, hongos o bacterias presentes en los senos paranasales. Esto da lugar a una acumulación de secreciones que origina presión en la nariz, los pómulos y la zona alrededor de los ojos. De hecho, llega a producir sensibilidad al tacto en toda la zona del rostro.
7. Problemas de oído
Hay un nervio dentro del oído que puede inflamarse, generalmente, por la acción de virus o bacterias, dando origen a una afección conocida como laberintitis. Además de presión en la cabeza, ocasiona náuseas, mareos, problemas de equilibrio, zumbidos y vértigo. Este problema también puede ser fruto de un golpe en el oído o un efecto de viajar en barco o en avión.
8. Problemas visuales
Los problemas en los ojos también pueden dar lugar a esa sensación de opresión en la cabeza. Lo usual es que originen un dolor que se localiza casi siempre en la frente, alrededor de los ojos o en la zona central de la cabeza. Asimismo, puede acompañarse de síntomas de fatiga visual, como lagrimeo, ojos rojos, etc.
9. Problemas dentales
La masticación inadecuada, el bruxismo o las filtraciones dentales por caries ocasionan la sensación de presión en la cabeza. Pueden presentarse, también, zumbidos, dolor de oído, hinchazón en la zona de la boca y ruidos extraños a la hora de mover la mandíbula.
10. Nervio pinzado en el cuello
Hay algunas afecciones que generan el pinzamiento de un nervio en la zona del cuello. Dentro de estas, se encuentran la hernia discal, estenosis espinal y espolón óseo. Esto genera dolor en el cuello y en la nuca, presión en la cabeza y limitación en los movimientos de esa zona.
11. Hipertensión arterial
A menudo, la hipertensión arterial provoca esa sensación de opresión en la cabeza. También, suele haber dolor en la nuca, malestar, náuseas y visión borrosa. Todos estos síntomas en conjunto señalan la presencia de una presión arterial elevada.
12. Meningitis
La meningitis es la inflamación de las meninges, unas membranas que envuelven y protegen al cerebro y la médula espinal. Es causada por una infección bacteriana o viral, un golpe muy fuerte, enfermedades como el lupus o ciertos medicamentos. Provoca un fuerte dolor de cabeza, con sensación de opresión, rigidez en el cuello y otros síntomas.
13. Hipertensión intracraneal
La hipertensión intracraneal es un aumento de la presión dentro del cráneo, ocasionado por diversos factores. Por lo general, se debe a un incremento del líquido cefalorraquídeo. Este se encuentra en el cerebro y la médula espinal. El mismo supone un problema de salud grave. Puede ser efecto de la meningitis, de una hemorragia cerebral, de la hidrocefalia, etc. Por supuesto, genera presión en la cabeza.
14. Tumor en el cerebro
El tumor en el cerebro es una afección poco común. Provoca, entre otros síntomas, opresión en la cabeza, dolor de cabeza repetitivo, cambio en los patrones del dolor, debilidad motora, problemas de visión, dificultades de memoria y cambios en la personalidad.
15. Otros
Hay varias condiciones de salud graves que pueden originar esa sensación de presión en la cabeza. Dentro de ellas, están enfermedades como la encefalitis, la hemorragia cerebral, el accidente cerebrovascular, el aneurisma cerebral, la hidrocefalia y otras. Por supuesto, en todos esos casos hay muchos otros síntomas, además de la opresión en el cráneo.
¿Qué hacer?
El tratamiento de la presión en la cabeza dependerá de la causa que la origine. En principio, es posible recurrir a remedios caseros como ponerse una compresa fría en la frente, hidratarse, hacerse un masaje en la cabeza o tomar un baño relajante de agua tibia.
Si el origen del problema es alguna enfermedad como la hipertensión o la sinusitis, el síntoma solo logra resolverse en la medida en que se aborde y se trate la enfermedad de base. Se recomienda consultar al médico en los siguientes casos:
- Cuando la presión en la cabeza aparece de repente, es muy intensa y se acompaña de un dolor en todo el cráneo.
- La presión en la cabeza va y vuelve, o se acompaña de mareos significativos.
- La situación afecta la vida diaria.
- La sensación permanece por más de 24 horas.
- La molestia aparece después de un golpe en la cabeza.
- Hay problemas de visión, dolor al masticar o pérdida de peso.
- Se presenta fiebre, rigidez en el cuello, náuseas y vómitos.
- Hay dificultades para hablar, desorientación o confusión.
- El rostro se ve asimétrico.
- Hay pérdida de la conciencia.
- Hay hormigueo o adormecimiento en los brazos.
- Desaparece la sensibilidad en alguno de los dos lados del cuerpo.
- Se presentan convulsiones.
Un estilo de vida saludable puede prevenir la presión en la cabeza
En la mayoría de los casos, la sensación de presión en la cabeza obedece a condiciones que se pueden aliviar sin ningún problema. Solo en casos excepcionales se debe a problemas graves de salud, como lo hemos visto.
Lo más recomendable, tanto para prevenir como para tratar esta molestia, es adoptar un estilo de vida saludable. La actividad física regular, una dieta balanceada y hacer prácticas de relajación de forma habitual son las medidas ideales.