Un elefante mató el pasado domingo al biólogo colombiano Sebastián Ramírez Amaya en el Parque Nacional de Kibale, en el oeste de Uganda, informaron hoy a Efe la Autoridad para la Vida Salvaje del país africano (UWA) y fuentes diplomáticas de Colombia.
Por: El Espectador de Caracas / EFE
Ramírez, investigador asociado a la Universidad de Arizona (Estados Unidos), se encontraba con un asistente, ambos radicados en la estación de Ngogo, «llevando a cabo sus actividades de investigación de rutina dentro del bosque» en el parque, dijo a Efe el portavoz de la UWA, Bashir Hangi.
«Se toparon con un elefante solitario que cargó contra ellos, obligándoles a correr en diferentes direcciones. El elefante siguió a Sebastián y lo pisoteó, lo que le causó la muerte», explicó Hangi.
«Este desafortunado incidente es muy lamentable. No hemos sido testigos de un incidente de este tipo en los últimos cincuenta años de investigación forestal en el Parque Nacional de Kibale. Expresamos nuestras condolencias a la familia y amigos del fallecido Sebastián. Que su alma descanse en paz», agregó el portavoz.
Fuentes de la embajada de Colombia en Kenia, que cubre también Uganda, confirmaron a Efe el «tremendo» suceso y precisaron que el biólogo «estaba hace un año en Uganda haciendo investigación relacionada con los gorilas».
«El cuerpo (de Ramírez) ya está en Kampala», indicaron esas fuentes, al señalar que un hermano del fallecido está de camino a Uganda para hacerse cargo de los restos mortales.
«El cuerpo no lo van a repatriar, lo van a incinerar. Y se van a llevar los restos. La repatriación del cuerpo es muy difícil», apuntaron las mismas fuentes, al agregar que el investigador era «biólogo de la Universidad de los Andes en Colombia» y se graduó en 2013.
El fallecimiento ocurrió después de que el pasado enero un turista saudí muriera también por la embestida de un elefante durante un safari en otro popular parque de Uganda, el de Murchison Falls (noroeste).
El Parque Nacional de Kibale tiene una superficie de 321 kilómetros cuadrados y es un lugar privilegiado para la observación de primates, especialmente los chimpancés, que engrosan una población de unos 1.500 ejemplares.
Esta reserva también alberga a otros 120 mamíferos, incluidos elefantes y antílopes, así como a unas 370 especies de aves.
