El Real Madrid se consolido este sábado en LaLiga Santander, tras aumentar a ocho puntos la distancia con el Sevilla, con una remontada repleta de contundencia ante una Real Sociedad desfigurada, en el mejor ensayo posible para el equipo de Carlo Ancelotti de lo que le espera en el duelo contra al París Saint-Germain.
Por: El Espectador de Caracas / EFE
La Real Sociedad que tenía la fórmula de como ganar en la casa blanca se adelantó en su primera incursión. Silva fue derribado por Carvajal, de nuevo pasado de revoluciones en el área con un penalti evitable. De nada le sirvió a Courtois adivinar el lugar de lanzamiento de un especialista. Oyarzabal lo ajustó tanto al poste que fue imparable detenerlo.
Pese a esto el conjunto merengue reaccionó con rapidez. Con la personalidad y el vigor que le metió al partido Eduardo Camavinga, puro físico con las espaldas cubiertas por Casemiro para soltarse en ataque. Con los brasileños Rodrygo y Vinícius enchufados en las bandas, eléctricos, pidiendo balones y encarando siempre. Hasta Alaba y Militao sumándose al ataque sin rubor.
Lo permitió una Real Sociedad que se olvidó de jugar y cuando se podía pensar que faltaba lucidez en los metros finales, apareció el descaro de Camavinga para soltar un zurdazo desde 30 metros que rozó en Illarramendi y no vio Remiro. No había pasado un minuto y Benzema marcaba el tanto de la remontada, anulado por fuera de juego, pero el aviso de un Real Madrid desatado que golpeó con otra genialidad de Modric.
Un equipo que explota el disparo lejano y de zurda. El testigo de Marco Asensio recogido por Camavinga y hasta Modric, que pisó el balón, salió hacia su izquierda y soltó un disparo a la red que desató una celebración que mostraba la importancia de un partido en el que se daba un nuevo paso firme hacia el título.
Los errores cometidos del primer acto y el marcador en contra obligaron a la Real Sociedad a modificar su comportamiento.
El plan de Ancelotti funcionó y el partido se mantuvo vivo por la inspiración de Remiro ante Benzema y gracias al segundo tanto anulado al francés, en esta ocasión por fuera de juego de Rodrygo. Pero la realidad en que nunca estuvo en peligro el triunfo del líder. Con Thibaut Courtois dejando su portería a cero por quinta jornada consecutiva y sin ser exigido en ningún disparo a puerta del rival.
A la tercera oportunidad de Karim Benzema fue la vencida y llegó el gol. El broche con otros dos tantos en tres minutos a una noche de ensayo que relanza la moral madridista. Tras un penalti sobre Vinícius que no desaprovechó el máximo goleador de LaLiga para firmar su vigésima diana antes del gol final de Marco Asensio, 120 segundos después de saltar al campo, tras una gran acción de Carvajal. Con medio título en el bolsillo, llega el turno de demostrar si el Real Madrid tiene proyecto para aspirar a la Liga de Campeones.