Desde que el 27 de marzo 2020 un avión de la DEA trasladó al Mayor General Cliver Antonio Alcalá Cordones hasta los Estados Unidos, parecía que las autoridades estadounidenses tenían pruebas para condenarlo por delitos de narcotráfico. Pero a casi dos años, y ante la negativa de Alcalá de declararse culpable, más aún desde que en diciembre pasado el Departamento de Estado lo retira de la lista de narcos, en su declaración preliminar ha dicho que funcionarios de EE.UU. estaban en conocimiento de las acciones que él adelantaba contra el régimen de Nicolás Maduro.
Por: El Espectador de Caracas con información de Infobae
Infobae tuvo acceso al documento completo donde están plasmados los argumentos para solicitar que se desestime su caso, entre otros porque la acusación fiscal describió “una conspiración global de narcoterrorismo que dura más de dos décadas”, pero “no brinda prueba alguna sobre los actos del general Alcalá Cordones en apoyo de esa conspiración expansiva”.
“No hay alegaciones de pagos ilícitos o lavado de fondos, ninguna evidencia que demuestre la propiedad de activos o cuentas extraterritoriales, y ni siquiera una acusación de que dio una orden o realizó un acto en relación con un cargamento de narcóticos”.
En el documento se asevera que la acusación contra el oficial venezolano “no afirma nada más que una supuesta reunión hace catorce años, a la que habría tenido que asistir como parte de sus deberes militares oficiales”.
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