En condiciones normales, el cuerpo pierde y debe reponer unos 2-2,5 litros de agua diarios. Respirar, orinar y sudar provocan pérdidas de agua.
Por: El Espectador de Caracas con información de 800Noticias
Si se pierde agua del torrente sanguíneo, el cuerpo puede compensar un poco las pérdidas trasladando agua de las células a los vasos sanguíneos, pero es una solución muy a corto plazo.
La deshidratación entonces ocurre cuando el cuerpo pierde más agua de la que ingiere. A menudo se acompaña de alteraciones en el balance de sales minerales o de electrolitos del cuerpo.
Síntomas de la deshidratación
Una nota de Mayoclinic indica que no siempre existe un indicador temprano confiable de la necesidad de agua del organismo. Muchas personas, en especial los adultos mayores, no sienten sed hasta que están deshidratados.
- Boca seca o pegajosa o lengua hinchada
- Fatiga o debilidad
- Irritabilidad
- Mareos o vahídos
- Náuseas y vómitos
- Dolores de cabeza
- Estreñimiento
- Sequedad de la piel
- Pérdida de peso
Causas de la deshidratación
En ciertas ocasiones, la deshidratación ocurre debido a razones simples: no se bebe lo suficiente porque alguna enfermedad u ocupado, o porque no se tiene acceso a agua potable. Otras causas incluyen las siguientes:
Diarrea o vómitos. La diarrea aguda y grave (la diarrea que aparece repentinamente y de manera violenta) puede provocar una enorme pérdida de agua y electrolitos en un corto período.
Fiebre. En general, cuanto más alta es la fiebre que se presenta, mayor es el grado de deshidratación. El problema empeora si también hay diarrea y vómitos.
Transpiración excesiva. Se pierde agua cuando se transpira. Si realizas actividades físicas enérgicas y no compensas los líquidos durante este tiempo, te puedes deshidratar.
Mayor necesidad de orinar. Esto puede deberse a una diabetes no diagnosticada o no controlada. Ciertos medicamentos, como los diuréticos y determinados medicamentos para la presión arterial, también pueden provocar deshidratación.
Complicaciones graves
Lesión por el calor. Si no se toma el líquido suficiente cuando se hace actividad física y se transpira mucho, hay posibilidad de tener una lesión por el calor. La gravedad de esta lesión puede variar desde calambres musculares leves hasta agotamiento.
Problemas renales y urinarios. Episodios prolongados de deshidratación pueden causar infecciones urinarias, cálculos renales e, incluso, insuficiencia renal.
Convulsiones. Los electrolitos —como el potasio y el sodio— ayudan a llevar las señales eléctricas de una célula a la otra. Si los electrolitos están desbalanceados, la señal eléctrica normal puede mezclarse, lo que puede producir contracciones musculares involuntarias y a veces pérdida de conciencia.
¿Cómo prevenir la deshidratación?
Tomar mucho líquido. De la cantidad de líquido necesaria todos los días para mantenerse hidratado depende de su salud, tratamiento y estilo de vida.
Ingerir alimentos con alto contenido de agua. Beber agua es la mejor forma de hidratarse. Sin embargo, muchos alimentos contienen agua y también pueden ayudar a reponer los líquidos perdidos.
Monitorear entorno y actividad. No espere para beber agua u otros líquidos. Haga un esfuerzo consciente para beber de forma regular. Beba más a menudo antes de hacer ejercicio y después de exponerse al clima caluroso. Durante una enfermedad o si se siente mal.