El primer ministro francés Jean Castex anunció un toque de queda desde el sábado a partir de las 18:00 que se extenderá a todo el país por un período de al menos dos semanas. Las nuevas restricciones llegan, explicó el funcionario, para combatir los altos índices de contagio del nuevo coronavirus y descargar el sistema sanitario.
El Gobierno francés endurece las medidas para combatir la propagación del nuevo coronavirus y para ello ha extendido por al menos dos semanas el horario del toque de queda que iniciará a las 18:00 en todo el territorio nacional. Esta medida ya operaba en algunas zonas con ese horario y en otros iniciaba desde las 20:00.
Fue el primer ministro francés, Jean Castex, quien anunció esta medida que afecta a todo el país. No obstante, el hombre de confianza del presidente Emmanuel Macron descartó volver a un confinamiento general por el momento, aunque aseguró que si la pandemia volvía a empeorar drásticamente, el Ejecutivo no descarta la medida.
Castex también informó de nuevas restricciones al comercio, al que se limitarán los horarios de apertura.
Sin embargo, aseguró que no se cerrarán las escuelas e informó que se realizarán al menos un millón de pruebas en los centros educativos todos los meses como parte de los esfuerzos del país por mantenerlos abiertos.
Por su parte, el ministro de Salud, Olivier Véran, indicó que se reforzarán las medidas de prevención en las entradas al país: Todos los viajeros fuera de la UE deberán realizarse un test de Covid-19 previo a su partida para poder entrar al país y una vez en territorio galo deberán guardar una cuarentena de siete días.
Cifras altas por contagios del covid-19
Francia registró el miércoles alrededor de 23.000 nuevos casos de covid-19, una cifra muy por encima de los 5.000 casos establecido por el gobierno para levantar las restricciones.
La campaña de vacunación, que ha sido duramente criticada por su lento arranque.
Entró en una nueva fase con la apertura de las inscripciones para las personas mayores de 75 años.
Hasta ahora sólo podían recibir la vacuna las personas de la tercera edad residentes en asilos y el personal de salud de más de 50 años.
Más de 69.000 personas han muerto por covid-19 en Francia desde marzo pasado.