22 de noviembre de 2024 12:25 PM

Todo lo que debes saber sobre el cambio de dientes en los niños

El momento del cambio de dientes en los niños es un hecho significativo tanto para el pequeño como para sus papás. La visita del hada de los dientes o del ratón Pérez moviliza a toda la familia. Sin duda, este hito de la infancia es una demostración del crecimiento del niño.

Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud

Ahora bien, estar preparados y saber qué hacer cuando las piezas de leche se empiezan a aflojar ayuda a acompañar este proceso tan importante. Por eso, a continuación te contamos cómo y en qué momento sucede el recambio de las piezas temporarias por las definitivas y qué precauciones considerar.

El proceso del recambio dental

Es alrededor de los 6 años cuando comienza la etapa del cambio de dientes en los niños, conocido como  «recambio dental». Este proceso consiste en la caída de las piezas temporarias para ser reemplazadas por sus sucedáneas definitivas. Ocurre de manera gradual y acaba con el recambio de las 20 piezas deciduas, alrededor de los 12 años.

Se trata de un evento de suma importancia en el desarrollo del niño que está creciendo para convertirse en un adulto. Esto debido a que las piezas de leche resultarían muy pequeñas y débiles para cumplir las funciones bucales de una persona grande.

Los elementos definitivos son los que comienzan el recambio dental cuando ya están listos para erupcionar. Lo hacen a través de células especializadas que reabsorben las raíces de los dientes temporarios en el interior del hueso.

Al ir perdiendo la raíz que los mantenía fijos en el maxilar, las piezas de leche comienzan a moverse. Llega un momento en el que el sostén es nulo y el diente flojo se cae. Una vez que la pieza temporaria se pierde, la permanente empieza a asomarse en el espacio vacío para ocupar su lugar.

Dicha situación va ocurriendo de manera progresiva, hasta que logre ubicarse en su sitio correcto. Los dientes permanentes se caracterizan por ser de mayor tamaño que los de leche. Por ello, los espacios entre dientes, propios de la dentadura temporaria, van desapareciendo.

Además, durante el periodo de recambio, es frecuente que algunas piezas definitivas salgan torcidas. En general, a medida que se van cayendo los demás elementos y que crece el maxilar, se logran alinear por sí mismos. De todos modos, siempre es conveniente que un odontopediatra supervise el proceso.

¿A qué edad y en qué orden sucede el cambio de dientes en los niños?

Cada niño posee un ritmo propio de crecimiento y desarrollo, y esto incluye la aparición y la caída de los dientes. A menudo, los dientes de leche se comienzan a aflojar y caer alrededor de los 6 años. Pero como decíamos, hay pequeños que comienzan su recambio antes y otros mucho después.

El proceso de dientes flojos que se caen y su reemplazo por una pieza definitiva irá sucediendo poco a poco. Se estima que alrededor de los 12 años, el menor ya habrá cambiado sus 20 dientes de leche.

Asimismo, a esa edad también habrán erupcionado los primeros y segundos molares definitivos en la parte posterior de la boca. Esto sucede sin que se haya caído ninguna pieza de leche para reemplazar.

Aún así, la edad en que se cambian los dientes varía entre niños y está influenciada por distintos factores. Así, existe una edad estimativa en la que los padres pueden esperar que suceda el recambio. A continuación, más detalles respecto a este proceso.

Incisivos centrales: los primeros dientes en salir

Es bastante común que los incisivos centrales sean los primeros elementos dentarios en cambiarse. La mayoría de las personas pierden los elementos temporarios en el mismo orden en que salieron. Como los incisivos centrales inferiores suelen ser los primeros dientes en erupcionar, alrededor de los 6 meses del bebé, también son los que antes se caen.

El diente definitivo comenzará a salir en la parte interna de la encía, por detrás de los dientes de leche que aún no han caído. Esto sucede alrededor de los 6 o 7 años del niño. Luego, es común que se aflojen y se salgan los incisivos centrales superiores.

La erupción de los definitivos sucede por delante de la encía, lo que da lugar a los grandes incisivos centrales superiores que acompañarán a la persona en su adultez.

Incisivos laterales: los que siguen

Una vez que han salido los incisivos centrales, los laterales serán los próximos en cambiarse. En general, son los superiores los que se aflojan primero y luego los inferiores. El cambio de estos dientes suele suceder entre los 7 y 8 años. Con ello, ya se habrán cambiado los ocho elementos anteriores de la boca.

Primeros molares temporarios

Los primeros molares temporarios se caen alrededor de los 9 y los 11 años del niño. Los molares de leche tienen la particularidad de ser reemplazados por una pieza dentaria definitiva diferente a la que se sale.

Esto se debe a que el sitio que dejan las muelas temporarias será ocupado por los premolares definitivos. Es así que el primer molar temporario es reemplazado por el primer premolar.

Segundos molares temporarios y caninos: los últimos en caerse

El último cambio de dientes en los niños corresponde a los caninos y segundos molares temporarios. Los colmillos se caen entre los 9 y los 12 años, y son reemplazados por los homónimos permanentes.

Entre los 10 y 12 años se caen los segundos molares y son sustituidos por los segundos premolares. En general, estos son los últimos elementos en salirse y los que culminan todo el proceso de recambio.

Las muelas definitivas

Las muelas definitivas aparecen de manera espontánea en la porción posterior de la boca, sin reemplazar a ningún diente de leche que se caiga. Ocupan un espacio libre que está detrás de los segundos molares temporarios.

La erupción de las muelas definitivas sucede a los 6 años para el primer molar permanente, a los 12 para el segundo y entre los 18 y 20 para el tercero. Suelen aparecer primero las inferiores y luego las superiores.

A medida que el niño va creciendo, los maxilares se ensanchan para permitir que las piezas definitivas, de mayor tamaño que las de leche, puedan ir ubicándose de manera correcta. Alrededor de los 13 años, la mayoría de los infantes posee sus 28 elementos definitivos en la boca.

Las 32 piezas de la dentadura adulta se completan con la erupción de las muelas de juicio, lo que sucede alrededor de los 18 años. En cualquier caso, las cordales no le salen a todas las personas.

¿Cómo evitar inconvenientes durante el cambio de dientes en los niños?

La mejor estrategia para evitar inconvenientes durante el cambio de dientes en los niños es permitir que el proceso se desarrolle de manera natural. Esto significa no forzar ni arrancar las piezas dentarias.

A veces, puede pasar bastante tiempo desde el momento en que el diente empieza a moverse hasta que se sale. Es necesario ser paciente y no intentar acelerar el proceso ejerciendo fuerza o presión.

Los movimientos bruscos o los métodos caseros para intentar arrancar las piezas de leche no son buena idea, ya que pueden lastimar los tejidos orales, asustar al niño y dañar la pieza definitiva.

La pieza está muy suelta y lista para salirse cuando el pequeño no siente ningún dolor al moverla y le molesta para hablar y comer. En ese momento, hay que motivar al pequeño para que se la quite el mismo o ayudarlo a sacarla. Lo ideal es poner en práctica lo siguiente:

  • Tomar el diente flojo con una gasa limpia o una servilleta de papel y hacer un movimiento rápido.
  • Siempre se debe verificar que el proceso no ocasione dolor en el pequeño; si es así, es porque aún no es el momento.
  • Una vez salga el diente, hay que pedir a los niños que se enjuaguen la boca con agua para limpiar las encías. También pueden morder un trocito de gasa.
  • Con el fin de evitar más sangrado, se debe evitar que los menores se vuelvan a enjuagar y escupan.
  • Por unos minutos se aconseja que el niño permanezca tranquilo, sin correr, y que no coma ni beba nada. Casi siempre, el sangrado es pasajero y se detiene al cabo de un rato.
  • Para cuidar la pieza definitiva que va a erupcionar, se debe advertir al niño que no toque el sitio vacío. También es importante que no se lleve objetos a la boca.

Los sentimientos del niño

Para algunos niños, la pérdida de un diente es motivo de emoción y alegría, sobre todo si tiene la idea de que lo va a visitar el hada de los dientes o el ratón Pérez.

No obstante, otros pueden experimentar angustia por perder esa parte de su cuerpo. De ser así, hay que acompañarlo con respeto, cariño y explicando la situación. 

Hay quienes también experimentan dolor o malestar en el momento en que se les sale el diente. En estos casos, lo ideal es sentarlos o acostarlos para que se tranquilicen, pues suele ser algo pasajero.

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