Se ha consumado lo inevitable, la estrategia totalitaria del régimen venezolano se consolida al menos como ya se había advertido hace meses en lo que respecta a posesionar a sus más conspicuos militantes en veinte entidades federales basado en un sistema electoral irregular, el cual sigue siendo ilegal y fraudulento; que ha cumplido el acuerdo con la “plataforma unitaria” de ceder una pequeña parte de gobernaciones y alcaldías como compensación para proyectar la imagen democrática, cuando en realidad es una simulación seudodemocrática; al mismo tiempo que les permita el reconocimiento y reacomodar la narrativa, lograr la supervivencia política a ambos, es decir, al régimen, a algunos partidos, y a sus dirigentes quienes pretenden seguir en lo mismo, y justificar lo injustificable. Igualmente, proyectar acciones para lograr que en algunos países se consolide la opinión de que tenemos democracia, que se cumplieron los acuerdos básicos, y obviamente, todo ello, como táctica para mantener el poder hasta el año 2024 el cual servirá como punto de inflexión para intentar prolongar la dictadura mediante una réplica electoral falsa.
Al consolidar su política basada en elecciones cuestionadas sustentada en una minoría electoral, el repudio de la mayoría manifestada en el no ejercicio del sufragio por considerar que lo organizó un régimen usurpador, acompañado de la decepción con dirigentes incapaces y colaboracionistas, no cabe la menor duda que se prolongará el colapso y crisis en que se encuentra la economía y la sociedad venezolana, crisis que no tiene precedentes y que desgraciadamente fortalecerá la contracción económica arrastrando la estrepitosa caída del poder adquisitivo de los venezolanos y el consiguiente incremento de la pobreza y de la desigualdad. La inferencia para el año que pronto se inicia será superada, lo cual determina que el país se ubicará nuevamente dentro de las mayores crisis del mundo. Los indicadores sociales se van a seguir deteriorado sustancialmente con el desmoronamiento de los servicios básicos, el debilitamiento institucional y el efecto directo del incremento de la deuda pública con sus efectos negativos y, que hasta ahora ha alcanzado mas del quinientos por ciento del PIB y continuará creciendo.
Como todos sabemos el capital humano, insumo fundamental para un país está diezmado y es evidente por el efecto que tiene la disminución en la calidad de la educación, la notable deserción educativa del sistema, y el aumento de los jóvenes que no estudian ni trabajan. El proceso de migración debilita aún más la capacidad profesional y la migración que ya supera los 6,5 millones de personas tiende a potenciarse y por supuesto afectarán el potencial de crecimiento del país.
Frente a ese desolador cuadro la universidad venezolanaentra en la condicion de intervenida y se está ajustado a los intereses de la estratégia socialista cuyo fundamento básico ha sido la de reducir a la poblacion docente, administrativa y de servicios a una condicion humillante en términos de sueldos y salarios. Redujo a niveles de supervivencia a la comunidad universitaria, sometiéndola a ingresos cuyo valor medio no llega a siete dolares-mes como media ponderada lo cual determinó un efecto crítico en dos factores fundamentales, el primero fue que los que vieron con claridad la situación emigraron para ejercer sus actividades en otros paises debilitando la capacidad intelectual interna y enriquecer sin costo alguno la de los paises vecinos. En segundo lugar, los que no pudieron hacerlo por diversas razones, entre ellas la pandemia del conavirus-19, se refugiaron en su deseperanza y están paleando la situacion a niveles de supervivencia en la economía informal.
El régimen con su plan de control al sistama creó aldeas univesitarias como si fuesen, universidades las cuales no pueden llamarse tales por su concepción primaria que en esencia deforma y ajusta los planes de estudio con otros objetivos, como lo es forjar mediante un nuevo esquema proselitista a ideólogos, asociados a la mentira de hacer creer a la juventud que tienen un titulo profesional, cuando en realidad lo que logran es uno supletorio, que no acredita bajo ningún efecto la debida competencia profesional; el número de egresados en esa condición se contabiliza por parte del régimen como un gran logro y su producto en dos décadas ya suman cientos de miles donde buena parte de ellos engrosan a las filas de los militantes del régimen.
Logrado el control universitario, domó literalmente a la comunidad y la colapsaron institucionalmente, dejando sin respuesta funcional a las que tuvieron pensamiento critico,que adversaron las ilegalidades, a una universidad que había dotado al pais de una sociedad inteligente y democrática en su mayoría sustituyéndola por otra, decadente, desesperanzada, pobre y sin recursos,es decir, una clase nueva de pobreza crónica.La comunidad universitaria sobreviviente tiene solo el recurso de la protesta retórica, comunicados sin efecto, sin capacidad de convocatoria, y en las recientes semanas ha caído en la celada de articularse con el régimen para reconstruir la pérdida física de sus campus. El régimen ejerce sus acciones directamente, sin disimulo para dar la impresión de que están reconstruyendo la infraestructura pérdida.Solo sobrevevive la universidad en apariencia, con algunos programas académicos, y la informalidad de una educación a distancia restringida cuyos resultados son totalmente cuestionables desde el punto de vista académico y profesional.
Se plantea el llamado a clases, la inscripción de nuevos estudiantes, cuya selección la impone el régimen, es decir, entran potencialmente sus militantes para invadir los espacios, con la mente puesta en imponer la ideología socialista. Se prepara una retoma la actividad académica sin infraestructura adecuada, y un presupuesto administrado por el régimen, sin mas de la mitad de la fuerza docente e igualmente, con estudiantes virtuales donde muchos se fueron o se dedicaron a otras actividades de supervivencia.
Frente a la gran complejidad en la educación superior, con una fuerza docente debilitada y menguado interés estudiantil se protesta en hermosa prosa declarativa; pero aún así se apresta para iniciar lo imposible. Sus esperanzas imprimen la aspiración de reconstruir la universidad, de producir un nuevo modelo y retomar la actividad universitaria, aún reconociendo que lo hacen con muchos obstáculos, dentro de un escenario adverso sin ignorar la premisa que nada sera posible con este modelo de gobernanza y la única posibilidad de reconstruir a futuro del sistema universitario es con un cambio de modelo político y una nueva concepción organizacional de la universidad.
Al menos esta aspiración genuinamente universitaria tiene que ser aprovechada, en el tiempo que quede antes de que el régimen colapse y se cambie el modelo político. La comunidad tiene y debe preparar un proyecto de transformación universitaria,diseñando estrategias y planes operativos para crear la nueva universidad. Es imprescindible la revisión de los procesos académicos, financieros, administrativos y de pertinencia social acompañados de una evaluación de la calidad, y, de las necesidades del país. La universidad debe cumplir con las expectativas de la sociedad en la cual se inserta, en función de sus demandas de formación de recursos humanos de alto nivel, en áreas prioritarias para el progreso nacional, de los avances de la ciencia y la tecnología para la inserción del país de forma competitiva en la sociedad internacional y del acercamiento universidad-comunidad mediante el reforzamiento de programas de extensión y otros similares.
Frente a estos antecedentes, en mayor o menor medida se deben elaborar estrategias de revisión integral que resulten justas, equilibradas, realistas y pertinentes acordes con los avances del mundo, así como también un nuevo proyecto con los requerimientos de la sociedad, buscando canales de interrelación y a la vez, relegitimando el papel democrático de la universidad como generadora de conocimientos, motor de cambios de la sociedad y su vital contribución al logro de la libertad de acción y desarrollo moderno de la educación en Venezuela.