22 de noviembre de 2024 10:15 PM

Deisy Oviedo: El joker perversidad detrás de la máscara

Feliz domingo mis queridos seguidores, en agradecimiento total por cada oportunidad de despertar y ver la obra de mi creador, la madre tierra. Mi vida en este plano ha estado cargada de experiencias y oportunidades de crecimiento espiritual. Doy gracias a Dios por permitirme compartir lo aprendido y a la vez seguir aprendiendo de cada uno de ustedes.

Mi tema de hoy estará dedicado al análisis del personaje el Joker, el malvado de la serie Batman, hoy descubriremos el sufrimiento del humano detrás de la máscara del payaso perverso y sin escrúpulos, que se encargó de hacerle la vida cuadritos a Él Hombre Murciélago.

Estaremos descifrando a través de estas cortas líneas el porqué de tanta perversidad, y a la vez trataremos de profundizar en lo complejo de la mente humana, cuando está enferma y distorsiona la realidad para así justificar la maldad escondida en su alma.

El nombre detrás de la máscara del Joker es Arthur Fleck, los que vimos la película pudimos darnos cuenta

de que Arthur es un hombre atormentado que presenta una condición mental inestable causada por muchas razones, entre ellas el maltrato físico y psicológico al que fue sometido por su madre y su padrastro.

El Joker según lo observado en la película fue un niño abusado y triste, de adulto es un hombre perdido en la incoherencia, que se esconde detrás de la máscara de payaso, el personaje refleja al estar desnudo del maquillaje cuando es Arthur Fleck a un hombre vacío, sin identidad y confundido que no diferencia entre lo que es real y lo que es fantasía.

Cuando está representando al Joker, se convierte en el personaje que su madre le hizo creer que era, un niño que a pesar de su sufrimiento y agonía era visto por su madre como un niño feliz y al que le pasaban solo cosas buenas, Arthur no lograba entender como su madre era incapaz de ver su sufrimiento y el dolor tan grande al que era sometido permanentemente por ella y su padrastro.

Una madre que lo desarrolló en una realidad distorsionada, donde las peores cosas para ella parecían estar bien, Arthur fue un niño que creció confundido, mientras sufría maltratos físicos y mentales, la madre le decía que él era un niño feliz. La situación de su niñez lo llevó a desarrollar, una dualidad en la formación de su carácter en donde su mundo interno estaba totalmente desligado del mundo exterior.

Para el psiquiatra Arash Javanbakht, quien se desempeña como director de la Clínica de Investigación de Estrés, Trauma y Ansiedad (STARC) de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Wayne, en su análisis del personaje nos comenta que cada vez que Arthur intenta salir de su doloroso mundo interior y conectarse con los demás, incluso como payaso o comediante, sus impredecibles ataques de risa lo devuelven al dolor interior.

La información proporcionada en este artículo es una relación entre el análisis de Javanbakht y mi opinión con respecto al personaje, ya que de todos los comentarios y estudios psiquiátricos que he leído al respecto, Javanbakht es con quien yo más estoy de acuerdo.

Coincido en que el personaje del Joker es creado por Arthur para complacer a su madre, elige ser un payaso con una gran sonrisa que refleja felicidad para complacer a los demás y trata de hacerlos felices mientras sufre y agoniza internamente.

El arquetipo del Joker protege a Arthur del mundo exterior, la risa es un mecanismo para bloquear cualquier intento de Arthur de conectarse con el mundo exterior, ya que su niño interior percibe cualquier conexión como engañoso y brutal.

Cada vez que Arthur intenta salir de su mundo de sufrimiento e intenta conectarse con los demás, incluso con su personaje de payaso, sus incontrolables ataques de risa inoportunos, molestos y desesperantes lo devuelven a la agonía interna, y es cuando aparece el Joker quien dentro de sus fantasías percibe que la risa lo protege del mundo despiadado.

Ahora bien, con este análisis general del personaje de hoy, vuelvo a recalcar lo que ya les he comentado en mis artículos anteriores. Todos usamos máscaras para dar la cara al mundo exterior, algunos en más intensidad que otros, pero todo nos lleva a lo que Jung llamaba el impostor, porque la autenticidad no llega a estar el cien por ciento a flor de piel y por lo general siempre hay algo que no queremos que sea percibido por el mundo exterior, porque probablemente creemos que es nuestro Talón de Aquiles.

Sin embargo, hay que reconocer que los traumas vividos por este personaje lo llevaron a desarrollar una patología mental de cuidado, donde inclusive es revelado en la película que el personaje estaba medicado por su condición mental y lesión neurológica.

Al contrario de los personajes de los artículos anteriores el Joker no corrió con la suerte de lograr superar la desgracia de su vida y se fue por el camino más despiadado, el asesinato de otras personas. Joker mata lo que no puede tener y no puede ser, y luego se desconecta. Para él es normal herir y asesinar, ya que ve al mundo como una mentira maligna, y él está muerto por dentro.

Una vez más debemos reconocer que máscara estamos usando y si realmente esta nos trae felicidad, la autenticidad jamás estará de más y el estar conscientes que la máscara que usemos en un momento determinado no trascenderá de ese momento, es imprescindible, es el estadio donde puedes interpretar un personaje y luego entender que es solo eso, un personaje.

Hasta aquí mi artículo de hoy mis queridos seguidores, los invito a unirse a las tribus de almas y a danzar con la melodía de la sencillez, la autenticidad y el amor incondicional. Los honro y los respeto. Sigan contactándome por mi correo deyoviedo.us@gmail.com  y por Instagram Deyoviedo.us

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