22 de noviembre de 2024 5:15 PM

Alicia Freilich: Libertos contra patrioteros

Para este lunes 15 de noviembre está pautado el segundo “Callejazo” cubano de la era internetalizada. Hay súbitas estrategias para evitar la salvaje violencia con la  que el trono castrista, castrense y castrador amenaza para impedirlo. Quizás hoy Yunior García pueda abrirlo en caminata solitaria llevando en su mano la “Rosa Blanca” de José Martí.

Se quiere llenar otra vez las calles de cien y más ciudades con una población interna y diaspórica que despierta inspirada en los movimientos San Isidro y Archipiélago, una  nueva  generación que a través de esta tecnología digitalizada descubrió  cómo fueron y son robotizados los totalitarios son amos que nunca liberan a sus sirvientes y por eso deciden autoliberarse.

Su protesta del pasado 11 de julio fue un estallido espontáneo ante la represión continua, ciega y sorda frente a sus legítimos reclamos. Produjo 600 detenidos y sumaron decenas hasta hoy desaparecidos y drogados bajo control.

Los libertos salen otra vez bajo prohibición, se los amenaza con militarizada represión de moderno armamento bélico y castigo policial del con el mazo dando. Da igual, ahora ya organizados  caminan  para exigir  por vía racional su libertad total  hacia vías democráticas.

Tres generaciones convirtieron a un triunfante movimiento revolucionario de legítima causa contra una dictadura tradicional en el  criminal antro hemisférico del totalitarismo invasivo, chulismo populista envuelto en la etiqueta “Patria o muerte” que sacrificó a un gran sector juvenil en guerras colonialistas africanas, así le pagaron al imperialismo soviético su soporte material que los mantuvo varios años. Lección de proxenitismo político que aprendieron y luego aplicaron vendiendo a sus médicos y espías por sueldos dolarizados.

Sigue el mismo discurso al caletre repetido hasta el hartazgo por su dirigencia, embajadores y esbirros, a saber: la Revolución cubana sin mancha alguna es el régimen ideal y perfecto porque iguala sin clases sociales a toda la población, elimina miseria y dependencia del imperialismo yanqui, acaba con el comercio y la industria de patricios y burócratas conduce a la estatal productividad agrícola, minera y pecuaria, a la competente salubridad pública, a la educación soberana, y por eso, se justifican los fusilamos al principio, la expulsión de cierta oposición, el trueque de profesionales y funcionarios por dólares foráneos.

Por ahora sustituyen el fusil por garrotes, golpean a los manifestantes, encierran en sus domicilios, torturan en mazmorras y drogan en celdas médicas a los disidentes de su sagrada causa fidelista y de nuevo, desnutrición, hambruna, insalubridad, todo lo indeseable, es presentado como culpa exclusiva del embargo que les hace el capitalista imperio gringo. Incluidos estos peligrosos reguetoneros y otros artistas enemigos sin perdón posible de la gran Cuba respetada y respetable que aseguran, sirve de modelo a los sistemas impecables del mundo actual, Venezuela, Nicaragua, en camino Bolivia, Chile, Perú, posiblemente Colombia, México, Brasil y Honduras por ahora.

Pero la rebelde independentista Cuba, heredera del prócer poeta Martí, ya comenzó su indetenible proceso libertario. Cada marchante es un líder, cada caminante un jefe, cada manifestante un liberto radical porque sus cuerpos secuestrados no son mercancía sobornable. Su mente y espíritu no admiten cadenas. Quieren “Patria y vida” libres.

Semejanza o parecido no será casualidad si Juan Guaidó se libera públicamente de su partido y del G4, no concurre a la farsa votacional ni a la circense mexicanada, esa responsabilidad histórica le atañe muy a fondo para recuperar y sostener el interinato, a la original Asamblea Nacional y a sesenta países democráticos que los reconocen como las únicas instituciones legítimas de Venezuela.

Es uno de esos momentos cruciales, exactos, con línea de borde entre libertad y esclavitud que en 1949 el novelista rumano Constantin Virgil Gheorghiu describió en su estremecedor testimonio titulado La hora 25.

Para Cuba, Venezuela y Nicaragua esa hora llegó, todavía es posible asumirla y sin pérdida de tiempo, pues ahorita mismo la masa sí está para bollos.

alifrei@hotmail.com

El Nacional

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