El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, calificó esta lunes de «injustas y mal informadas» las críticas vertidas por senadores de Estados Unidos sobre la política de España en América Latina.
Por: El Espectador de Caracas / EFE
«Son críticas injustas y muy poco informadas y que no responden al buen diálogo que tengo con (el secretario de Estado) Tony Blinken», aseguró Alvares al ser preguntado en el transcurso de un desayuno informativo sobre este asunto.
«Con Blinken hablo mucho de América Latina y no recibo críticas, todo lo contrario, trabajamos juntos», subrayó el ministro.
Albares respondía así a las opiniones de varios senadores demócratas, incluyendo el influyente presidente del Comité de Exteriores, Bob Menéndez, quienes criticaron al Gobierno español por no compartir la estrategia de Washington contra Cuba y adoptar «puntos de vista que están fuera de la democracia y las disposiciones en derechos humanos que uno esperaría ver en un aliado de la OTAN».
«Desafío a ver si hay algún país que haga tanto como España por los derechos humanos», replicó Albares, quien lamentó que haya quien limita su interés por América Latina a «tres países»: Venezuela, Cuba y Nicaragua, probablemente por intereses partidistas, señaló.
Aseguró que en Nicaragua, «España es el país del mundo que alza la voz con más fuerza» en defensa de unas elecciones democráticas y no solo retiró a su embajadora, sino que también emitió dos comunicados advirtiendo de las consecuencias de seguir adelante con unas elecciones que no cumplen las normas básicas de una convocatoria electoral libre y democrática.
En Venezuela, «España ha ido muy lejos» en defensa de los derechos humanos, como demuestra el hecho de que el opositor Leopoldo López estuviera meses refugiado en la embajada española.
«Queremos democracia, pero apoyamos al diálogo», dijo el responsable de Exteriores, tras recordar que «España no busca el enfrentamiento» sino la resolución de los conflictos por la vía del diálogo entre venezolanos.
Finalmente, en cuanto a Cuba, el ministro aseguró que España «es el único país que tiene un diálogo que incluye los derechos humanos, y lo introdujo Pedro Sánchez», en referencia al presidente del Gobierno español.