Arranca hoy la tercera reconversión monetaria que se ha dado en Venezuela en los últimos 13 años. Ahora la moneda local se llama Bolívar Digital y le fueron suprimidos seis ceros, lo que representa que todo monto en Bolívar Soberano debe ser dividido por un millón (1.000.000), para dar con la expresión correcta. Economistas señalan que esta medida tiene tres impactos importantes: El primero es que hará más sencillas las operaciones contables, también incrementará los precios de productos y servicios por el redondeo que aplicarán comerciantes si el monto es inferior a 1 bolívar digital, y el tercero es un efecto psicológico en la población, que ahora cree y se siente más pobre, a pesar que el ente emisor diga que no se afectará el valor de la moneda.
Por: El Espectador de Caracas con información de La Prensa de Lara
«Si una persona tenía 200 millones en su cuenta bancaria, ahora serán 200 bolívares digitales, entonces sienten como si ha perdido dinero, y eso automáticamente se refleja en los precios. Se llama el efecto subjetivo de la demanda, porque descarga sobre los precios esa pérdida subjetiva de dinero», explicó el economista Dilio Hernández, quien cree que los precios tenderán a subir. Por ejemplo, si el pasaje urbano lo venían cobrando en 1.5 bolívares digitales, el conductor no tendrá como dar vuelto de 50 centavos, porque el cono monetario sólo tiene seis piezas, comienza con la moneda de 1 bolívar, y hay cinco billetes, el de 5, 10, 20, 50 y 100 bolívares. Por lo tanto incrementarán es posible, que el pasaje a dos millones.
Una reconversión es el reconocimiento de un fracaso de la política monetaria y económica en general, esta en particular viene con dos años y medio de retraso. Ya cuando el Bolívar en su tipo de cambio relacionado con el dólar llegó a 10 mil bolívares, había que hacer una reconversión como se hizo en 2008. Con esta decisión el BCV está asumiendo que la hiperinflación destruyó la moneda nacional y que por eso tiene que hacer una moneda nueva. Pero no es cuestión de cambiarle su nombre de Fuerte a Soberano o a Digital, ni cambiar el diseño de los billetes, sino simplemente realizar o estructurar un plan de estabilización macroeconómica frenaría la hiperinflación, pero lamentablemente no hay tal plan», explicó Manuel Sutherland, economista y director del Centro de Investigación y Formación Obrera (Cifo).
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