La vitamina K es un nutriente que se puede ingerir por medio de la dieta, pero que también se sintetiza en los intestinos si la calidad de la microbiota es buena. Incluso existen suplementos de esta sustancia que ayudan a mejorar la salud, ya que esta presenta efectos positivos para el organismo. Concretamente, te vamos a hablar de los principales beneficios de la vitamina K para el corazón.
Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Antes que nada, es preciso destacar que un déficit de micronutrientes impacta de forma muy negativa sobre el funcionamiento del cuerpo humano. En tal caso, es frecuente que se experimenten problemas de salud crónicos, lo que afecta al bienestar y la esperanza de vida. Afortunadamente, se trata de una situación que es posible evitar por medio de una dieta variada.
Por qué la vitamina K es buena para el corazón
Es importante cubrir los requerimientos diarios de la vitamina K y asegurar que la microbiota es lo suficientemente competente para su metabolismo. Con este objetivo, conviene asegurar el consumo de lácteos fermentados y de fibra.
A continuación, vamos a contarte cuáles son los principales beneficios de la vitamina K para el corazón.
Mantiene el tamaño de los ventrículos constante
Los expertos en cardiología sostienen que las hipertrofias ventriculares, es decir, el engrosamiento de las paredes de una parte del corazón, podrían generar problemas de salud graves a medio plazo, por una menor capacidad de sangre en su interior.
Este problema puede darse por varios factores, como la utilización de hormonas esteroideas. No obstante, mantener unos niveles de vitamina K adecuados en el organismo reduce el riesgo de que esto suceda, con lo que disminuye la probabilidad de accidentes fatales.
De hecho, es posible encontrar algunos artículos científicos que cuestionan la utilización de suplementos de vitamina K para mejorar la salud cardiovascular. Si bien la inclusión de estos productos en la pauta todavía no cuenta con las evidencias suficientes, parece claro que es necesario asegurar que el aporte dietético sea óptimo.
Protege contra la aterosclerosis
La aterosclerosis constituye uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de accidentes cardiovasculares. Bajo esta situación, se dificulta el flujo sanguíneo normal a través de los vasos, lo que compromete el aporte de oxígeno y de nutrientes a los tejidos. Se trata de un contexto motivado por una mala dieta, por la acumulación de los lípidos en las arterias y por un incremento de su rigidez.
No obstante, investigaciones recientes apuntan a que mantener los niveles de vitamina K adecuados en el organismo podría reducir la aparición de la aterosclerosis, lo que resulta muy positivo para la salud. Así lo afirma un estudio publicado en la revista International Journal of Molecular Sciences.
Por una parte, este nutriente es capaz de determinar el grado de coagulación de la sangre. Por otra, limita la calcificación arterial, uno de los procesos que genera rigidez en los vasos sanguíneos.
¿En qué alimentos se encuentra la vitamina K?
Como norma general, la vitamina K se encuentra en los vegetales de hoja verde. Es abundante en el brócoli, en los espárragos, en las espinacas… Por este motivo, su consumo está indicado para la prevención del riesgo cardiovascular. Además, todos estos alimentos concentran en su interior fitonutrientes que ayudan a modular los mecanismos inflamatorios y oxidativos.
Ahora bien, hay que destacar que la ingesta de vitamina K ha de limitarse cuando se están tomando ciertos fármacos para el sistema cardiovascular, como los anticoagulantes. De lo contrario, podría reducir su efecto e incrementar el riesgo de accidentes.
La vitamina K es un nutriente con beneficios para el corazón
Como has podido comprobar, la vitamina K cuenta con una serie de beneficios para el funcionamiento del sistema cardiovascular. Si bien no está claro que la suplementación con el nutriente genere resultados positivos a medio plazo, es fundamental asegurar su aporte dietético de un modo regular.
La buena noticia es que se encuentra en la mayor parte de los vegetales de hoja verde, otro buen motivo para la inclusión de estos alimentos en la dieta. Estos vegetales cuentan con una gran cantidad de micronutrientes y antioxidantes necesarios para prevenir el desarrollo de patologías crónicas.
Ahora bien, para mejorar la salud del corazón no solo es necesario comer bien, sino que es preciso llevar un estilo de vida activo. La práctica deportiva permitirá optimizar el funcionamiento de este órgano para reducir así el riesgo de accidentes.