Las vacunas contra el Covid-19 no evitan el contagio del SARS-CoV-2, pero sí reducen significativamente el riesgo de desarrollar un cuadro grave de la enfermedad. Sin embargo, la efectividad de estos fármacos es mucho menor en algunas personas, como se ha observado en aquellos que se encuentran inmunodeprimidos a consecuencia de una enfermedad, un trasplante, un tratamiento médico como la quimioterapia, y en los adultos mayores debido a que su sistema inmune ha envejecido y no responde adecuadamente.
Por: El Espectador de Caracas con información de WebConsultas
Además, variantes del coronavirus como la delta, se propagan con mayor facilidad que la cepa original y han desarrollado lo que se conoce como escape inmunológico, que consiste en que son capaces de evadir mejor la respuesta inmunológica, tanto si se ha generado al pasar el Covid-19, como si ha sido inducida por la vacunación.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha utilizado un algoritmo capaz de predecir cuáles son los grupos de población con más probabilidades de desarrollar síntomas de Covid-19 graves que provoquen su hospitalización o su fallecimientoa partir de los 14 días posteriores a la administración de la segunda dosis, cuando se supone que ya tendrían que haber desarrollado una inmunidad sustancial.
Los investigadores tuvieron en cuenta factores como la edad, el sexo, el grupo étnico y los antecedentes de infección por coronavirus, y destacan un elevado riesgo en especial en el caso de:
- Individuos inmunodeprimidos a causa de quimioterapia, un trasplante de médula ósea u órgano sólido reciente, o infección por VIH/sida.
- Pacientes con enfermedades neurológicas, incluyendo aquellos con demencia y párkinson.
- Residentes en centros geriátricos, y aquellos con patologías crónicas, incluyendo síndrome de Down.
Estos científicos han explicado en un artículo publicado en British Medical Journal que actualizaron la herramienta QCovid desarrollada en 2020 y en febrero de 2021 añadieron 1,5 millones de personas a la lista de los que se recomienda proteger, y que de esta forma podían identificar a los grupos con mayor riesgo de hospitalización o muerte si contraían la infección por coronavirus.
En total analizaron una muestra de más de 6,9 millones de adultos que habían sido vacunados, dos tercios de los cuales –5,2 millones– habían recibido las dos dosis de la vacuna. En la muestra se incluía a 2.031 personas que habían fallecido por Covid-19 y 1.929 ingresos hospitalarios asociados a la enfermedad, entre los que hubo 81 muertes y 71 ingresos que se habían producido 14 días o más después de la segunda dosis de la vacuna. Estos datos sirvieron a los científicos para desarrollar puntuaciones de riesgo acumulativas para calcular las probabilidades de ingreso hospitalario o fallecimiento por Covid-19 de una persona tras recibir una o dos dosis de la vacuna.