Victoria del Real Madrid tras tres jornadas sin hacerlo con un gol en propia meta de Bono. El conjunto de Zidane tuvo más ocasiones claras pero tuvo que defender mucho más que su rival. Hoy sí que recuperaron esa solidez que le dio el título el curso pasado. El Sevilla dominó más pero apenas generó peligro claro y cuando lo hizo se encontró con Courtois o disparó fuera.
0-1 con gol en jugada donde Pivotó Benzema con Vinícius, tiró una pared larga que llegó a Mendy como extremo zurdo. Buen centro del lateral, punteado por Ocampos, buen esfuerzo de Vini, que también punteó el pase, y desvío decisivo de Bono con el antebrazo sobre su propia portería. Buena jugada, sí. Y afortunada. También.
Zidane: «Jugando cada tres día de vez en cuando nos cuesta. Pero al final siempre nos va a pasar eso, no paramos nunca. Lo importante es recuperar y pensar en el próximo partido. Todos los partidos van a ser importantes para nosotros. Tenemos que arreglar algunas cosas y cuando lo hagamos seremos competitivos como hoy».
«Sabemos que cuando no lo haces bien va a haber criticas. Hay que pensar hoy en positivo y seguir intentar mejorar».
«Hay que estar contentos con lo que hicimos. Poco a poco, recuperando confianza, hay que tener tranquilidad y seguir con lo que hicimos hoy. Hay que felicitar a los jugadores porque no es fácil venir a ganar aquí a Sevilla».
El Sevilla fió mucho al duelo ante los blancos. A Lopetegui le motivan los partidos frente al Real Madrid. Lógico. Lo cual puede no ser beneficioso. Rotó frente al Chelsea y aquello salió como salió. Y ante su ex equipo, improvisó a un lateral izquierdo forzado, Aleix Vidal. Por su sector insistieron los visitantes una y otra vez, en un arranque adecuado a la trascendencia del duelo. Si querían demostrar que estaban al lado de su técnico, lo lograron.
Como en Kiev, el Madrid arrancó notable. Antes del minuto entró Rodrygo por la derecha, sirvió al medio y Vinícius apareció por el pasillo del ariete. Controló largo, remató cruzado y se le marchó por centímetros. Cuatro minutos después, Bono se confió en el saque, taponó Vini Junior y Diego Carlos ganó por arriba a Benzema un balón de gol. Dos oportunidades clamorosas, otra vez al limbo.
El juego apareció después. Aunque no abusó de la posesión ni del pase horizontal, el Madrid fue más que el Sevilla en el primer acto. Algo que no es noticia en el Pizjuán, con un equipo acostumbrado a entrar a ritmo diésel y acabar como un Fórmula 1. Salvo un centro de Navas, con veneno como siempre, Courtois ni se estiró en media hora larga. Y la mejor opción hispalense, fue una volea alta de De Jong, en el 40′. El holandés siempre complica, y mucho, a los centrales del Madrid. El 9 contrario también suele brillar en el Pizjuán, como hace un año. Agarró una y ganó el partido. A punto estuvo de repetirlo en el tramo final del primer tiempo, poniendo una rosca perfecta buscando el palo derecho. Apareció de la nada Bono, con una parada monumental, amarrando el empate al descanso.
Se temía el bajón del Madrid, físico y mental, y la reacción del Sevilla, que cambió de dibujo por un percance muscular de Munir. Entró Óliver Torres y la pelota fue sevilliista en el arranque del segundo acto. Es cierto que sólo hubo una ocasión importante, una chilena espectacular que De Jong dibujó a centro de Navas y blocó Courtois, pero las llegadas eran constantes y al Madrid le duraba el balón nada y menos. Eso sí, eligió la mejor forma de salir del bloqueo.
Vinicius, Después de cuatro suplencias le pidió más a Zidane. En cinco minutos había tenido la primera, cruzando demasiado, encarado a Navas y presionado hasta forzar el error de Bono que no supo aprovechar Benzema. Recibió varias faltas, habilitó a Kroos, que casi marca, y dejó pasar un balón de Lucas en el que Karim rozó el premio. Todo en la primera mitad y en un Madrid necesitado de esa voluntad. En la segunda inició la jugada del 0-1, que aunque mal rematada, con ayuda de Bono, fue para dentro.