Albañiles, electricistas, maestros de obra, cocineros… todos se unieron en los dos sectores más afectados por las lluvias en este pequeño municipio de Mérida, en el oeste de Venezuela, para recuperar el área azotada por intensas lluvias el 24 de agosto.
Por: El Espectador de Caracas con información de Sputnik
“Estamos trabajando mucho para sacar el lodo, en recuperar la electricidad, en limpiar, en ayudarnos a sacar lo poco que quedó”, dijo Roger Ramírez, residente del sector Monseñor Moreno, a Sputnik.
La semana pasada, un intenso aguacero azotó el lugar y desató un torrente de lodo, piedras y escombros que se abrió paso ladera abajo arrasando todo.
La fuerza del agua y el lodo enterró autos, camiones, autobuses y viviendas. Algunas casas fueron atravesadas de sorpresa por estas rocas inmensas.
En los sectores Corozo y Monseñor Moreno las avenidas quedaron cubiertas por el lodo y las piedras, y en pocos días los vecinos han logrado avanzar en despejarlas.
Además, en algunos casos con apoyo de las autoridades y en otros por sus propios medios, los vecinos han logrado restablecer la electricidad en varias casas cuya conexión al tendido eléctrico se había perdido por los derrumbes.
“Aquí hacemos de todo un poco, somos gente trabajadora, y realmente nos hemos apoyado, se va limpiando casa por casa. Los vecinos han demostrado la parte de solidaridad, aquí se trabaja en la casa de los demás como si fuese la propia”, señaló por su parte Janet Quintero.
En las casas que no quedaron tapiadas han dado refugio a los vecinos, y en al menos cuatro de ellas, en Corozo, cocinan para más de 200 personas en cada una, en ellas comen no solo los vecinos afectados, sino también las brigadas de policías, bomberos, ingenieros, militares y todo el personal que está trabajando en la limpieza de la zona.
Las maquinarías pesadas van intentando despejar las vías repletas de los escombros que quedaron en ellas atravesadas, como carros, troncos, piedras, todo tipo de enseres de las viviendas, y lo que van sacando de sus casas las familias.
Casa por casa, hombres, mujeres y niños se arman con palas y van sacando el lodo, una vez terminan, entran con escobas y luego las brigadas de limpieza con mangueras de agua a propulsión.
Volver a casa
Más de 60 viviendas quedaron en ruinas en Corozo y cerca de 17 en Monseñor Moreno. Otras, aunque tienen paredes, fueron declaradas por Protección Civil como inhabitables, aunque eso no detiene el trabajo en medio de la angustia.
Por no saber cuánto tiempo demorará la asignación por parte del Gobierno de una nueva vivienda, los vecinos están preparándose para reparar los daños y volver.
En la parte afectada de Corozo son pocos los que han decidido pasar la noche; en el caso del sector Monseñor Moreno es diferente, allí la mayoría decidió quedarse, al menos por grupos.
En esta zona, entre vecinos y autoridades lograron restablecer la electricidad en algunas casas, después de nueve días, pero son pocas las horas en las que tienen servicio, y desde el 24 de agosto el voltaje es tan bajo que no permite encender neveras ni ningún artefacto que requiera corriente de 220 voltios.
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