El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, declaró hoy que las agencias humanitarias han pedido 147 millones de dólares para ayudar a los refugiados etíopes en Sudán, que huyen de la guerra en la región de Tigray, durante un periodo de medio año.
“Hoy, las agencias humanitarias han pedido 147 millones de dólares para ayudar a los refugiados etíopes de Tigray y a las comunidades de acogida en Sudán durante seis meses”, indicó Grandi en Twitter.
El alto comisionado de la ACNUR llegó el viernes a Sudán para visitar las zonas fronterizas con Etiopía, donde se encuentran más de 43.000 refugiados procedentes de la región en guerra de Tigray y para abordar esta crisis humanitaria con las autoridades sudanesas y organizaciones locales e internacionales.
Grandi recordó que decenas de miles de familias etíopes que han cruzado la frontera para buscar refugio han llegado a Sudán “sin llevar casi nada” y señaló que “se deben satisfacer sus necesidades básicas, con especial atención a los más vulnerables”.
De acuerdo con ACNUR, “casi la mitad” de los refugiados etíopes son niños.
Hoy, el alto comisionado visitó el campo de Um Rakuba, a unos 70 kilómetros de la frontera con Etiopía, para conocer la situación de los refugiados en un campamento que ahora acoge a más de 10.000 personas, el doble de su capacidad máxima.
Después de reunirse con refugiados ayer cerca de la divisoria, Grandi afirmó que “la mayoría de ellos quieren regresar a casa, pero solo si la lucha termina y pueden sentirse seguros y protegidos”, escribió en un tuit el viernes.
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, anunció hoy “el control total” de Mekele, la capital de la región de Tigray y urbe de casi medio millón de habitantes, dos días después de que ordenase el ataque final contra las autoridades rebeldes de esta región, a quienes declaró la guerra el pasado 5 de noviembre.
Según ACNUR, el número de refugiados etíopes en Sudán podría alcanzar los 200.000 en las próximas semanas.
EFE