La artroscopia es una prueba que ha revolucionado la medicina, especialmente en el ámbito de la traumatología. Se trata de una pequeña cirugía que permite realizar el diagnóstico de numerosas lesiones que afectan a las articulaciones.
Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
De hecho, no solo permite diagnosticar, si no que, actualmente, también se utiliza para el tratamiento de ciertas patologías. Esta técnica fue inventada en Japón y, al principio, quedaba reservada para la articulación de la rodilla.
Sin embargo, con los avances tecnológicos, la artroscopia ha ido mejorando y, hoy en día, se puede emplear en casi cualquier articulación. Por ejemplo, se utiliza para tomar biopsias de la rodilla, reparar un hombro que tiende a luxarse continuamente, etcétera.
Debido a su importancia y utilidad, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la artroscopia, en qué consiste y para qué se suele emplear en la medicina actual.
¿En qué consiste la artroscopia?
La artroscopia se clasifica dentro de las técnicas quirúrgicas, ya que para realizarla se deben llevar a cabo pequeñas incisiones en torno a la articulación sobre la que se vaya a trabajar. Estas incisiones son necesarias para colocar todo el instrumental que permite visualizar la articulación sin necesidad de abrir por completo. Por ejemplo, se suelen introducir pinzas y una cámara para obtener imágenes del interior.
Es decir, la artroscopia es una cirugía mínimamente invasiva. Su objetivo principal es poder ver el interior de cualquier articulación sin necesidad de hacer una cirugía abierta. Esto hace posible que se reduzcan mucho las complicaciones quirúrgicas.
La ventaja principal de esta técnica es, en primer lugar, que no se necesita anestesiar completamente al paciente. Con utilizar un anestésico local en la zona que se vaya a manejar suele ser suficiente. Además, la recuperación es mucho más rápida que en la cirugía convencional.
Del mismo modo, con la artroscopia se reduce bastante el riesgo de infecciones que se producen a través de las heridas quirúrgicas. Aunque parezca al contrario, permite ver mejor la articulación, debido al uso de la cámara y de la iluminación.
El artroscopio es el nombre que recibe la pequeña cámara que se introduce. El procedimiento es sencillo, lo primero es desinfectar correctamente la zona. Tras esto, se anestesia al paciente y se realizan las incisiones pertinentes para introducir el material que se necesite.
¿Para qué se utiliza la artroscopia?
Aunque, como hemos mencionado, su uso mayoritario es en la rodilla, la artroscopia se emplea en otras articulaciones, como hombro o cadera. Muchas veces se utiliza solo para confirmar un diagnóstico, pero también puede servir para tomar muestras del interior articular.
Las biopsias articulares permiten diferenciar ciertas enfermedades que, en ocasiones, son complicadas de diagnosticar. Por ejemplo, la artritis reumatoide o algunos tipos de tumores. Además, la artroscopia sirve para el tratamiento de ciertas patologías, como:
- La reparación de ligamentos y tendones. De hecho, es una técnica que está avanzando mucho en la reparación de las lesiones de meniscos.
- En el hombro, se suele utilizar para evitar las luxaciones en aquellas personas que las sufren repetidamente.
- Puede ayudar a tratar ciertas artritis, que consisten en la inflamación de la articulación. Concretamente, la artroscopia es de gran utilidad en aquellas que tienen origen infeccioso.
- Se puede emplear en ciertas fracturas óseas o para eliminar quistes.
¿Se necesita recuperación tras realizarla?
Como cualquier otro tipo de intervención, la artroscopia necesita cierto cuidado posterior para evitar complicaciones. No obstante, hay que volver a destacar que la recuperación es mucho más rápida que en la cirugía convencional.
En primer lugar, se suele recomendar aplicar hielo sobre la zona para reducir la inflamación. Además, si se coloca algún tipo de vendaje o compresa sobre la incisión, hay que evitar que se mojen. Lo más seguro es que el médico le cite para una revisión de las heridas un par de días después.Por otra parte, es posible que le aconsejen tomar medicamentos para el dolor y la inflamación. Del mismo modo, seguro que le explican unas pautas de reposo. Lo cierto es que dependerá de la lesión.
En conclusión
La artroscopia es una técnica relativamente moderna que permite visualizar el interior de las articulaciones. Es muy útil tanto para el diagnóstico como para el tratamiento de numerosas patologías articulares.