Con la reconversión monetaria en puertas, la realidad y sensación de pobreza no cambiará sino que empeorará. La hiperinflación ha empobrecido a 90% de la población.
71,3% rechaza el diálogo, existe una especie de animadversión arraigada en el venezolano. La hiperinflación de la mentira y las inconsecuencias son sinónimos de desmovilización, traición y engaño. De pérdida de tiempo: el recurso no renovable más desperdiciado, de allí la explicación de la ola migratoria nunca antes vivida.
El diálogo mal utilizado solo sirve de herramienta de oxigenación y distensión para los actores políticos que hoy gozan de baja credibilidad. Esto ha empujado a Guaidó, según Meganálisis, a una popularidad de 4%, un declive que comenzó con el fallido ingreso de la ayuda humanitaria.
El sol de la verdad no puede seguir tapándose con el dedo de la mentira. La narrativa de lo políticamente correcto solo beneficia a los pequeños grupos políticos, en desmedro de la mayoría, de su voz, sentimientos, pensamientos, que son invisibilizados; esto es causa de gran frustración que lleva a la situación de brazos caídos. Se acabaron los cheques en blanco.
Existe un gran deseo de cambio y el rechazo del socialismo alcanza 71,4%. En este caldo están metidos la falta de agua, electricidad, combustibles, desalarización, colapso hospitalario, promesas incumplidas, engaños y mentiras.
Lo de Petrocedeño es un fracaso épico del socialismo. Los 4 mejoradores se encuentran inoperativos. El progresismo es al progreso lo que el carterista a la cartera. Los ladrones pretenden desalmarnos.
La descentralización es considerada la transformación más importante del siglo XX, se logró pacíficamente y no por un hecho de guerra. Ha sido revertida y no detenida por el régimen forajido. El Estado Comunal es el puntillazo. El desarrollo solo se logra en libertad y para ello hay que rescatar a la República.
El ecosistema criminal ha sustituido a la ley como ordenador de la sociedad, apoyado en la capacidad que tenga un individuo o grupete para dominar. Se lleva por delante a la dignidad humana y se vuelve al estado de naturaleza, donde el más fuerte es el que gana la partida. Así se va configurando la barbarie, porque quieren y pueden. La fuerza y fraude son formas de dominación. Se valen de los significantes vacios de la república. Lo que motiva es agradar el jefe. Te subsume a su realidad y te hace afianzar a quien te hace jugar ese juego. Te convierte en zombi buscando la vida de otro para poder vivir.
No hay totalmente totalitarismos, siempre podemos revelarnos respondiendo a nuestra dignidad de personas. Viktor Frankl es un ejemplo que supo mantenerse en sus espacios íntimos, a pesar de estar reducido a los horrores de Auschwitz.
La negociación que buscamos solo se logrará con la presión de una fuerza superior: una intervención humanitaria. Nuestro compromiso es con la verdad, que implica toda nuestra vida, convicciones, criterios, afectos y acciones.
¡Libertad para Javier Tarazona. No más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados!