Una encuesta evaluó a los presidentes latinoamericanos sobre cómo han llevado la pandemia del COVID-19. Ipsos, una empresa multinacional de investigación de mercados y consultoría, fue la encargada.
Por: El Espectador de Caracas con información de CaraotaDigital
El estudio fue aplicado sobre 380 entrevistas en 14 países Latinoamericanos.
En primer lugar se ubica Luis Alberto Lacalle Pou, presidente de Uruguay. Le sigue Sebastián Piñera, presidente de Chile. En tercer lugar, se ubica el novel presidente del Ecuador, Guillermo Lasso.
Cuando se trata del manejo de la pandemia y el proceso de vacunación, el ranking cambia y posiciona a Chile en primer lugar. Uruguay y Colombia se ubican en el segundo y tercer lugar respectivamente.
Ranking de presidentes Latinoamericanos frente a la pandemia
Los países con mayor porcentaje de aprobación los ocupan: Chile, Uruguay y Colombia que encabezan los resultados con el mayor porcentaje de aprobación de sus procesos de vacunación. Bolivia, Brasil y Venezuela ocupan los últimos puestos con un porcentaje de desaprobación del 46%, 82% y 76% respectivamente.
Los mejores puntuados y sus medidas sobre el COVID-19
Chile tomó como medida cuarentenas y cierres de fronteras en las primeras etapas de la pandemia. Luego empezó con la campaña de vacunación en febrero y hasta el 19 de julio de 2021.
El país latinoamericano ha alcanzado la inoculación con una dosis de más del 85% de la población objetivo. Mientras que el 77,36% ya cuenta con el esquema completo de vacunación.
El sondeo de Ipsos, da como resultado que el 77% de encuestados chilenos aprueba firmemente el proceso de vacunación del gobierno de Piñera. Por otra parte, el 27% de líderes encuestados aprueban firmemente y 45% aprueban en algo el programa de vacunación de Uruguay. En este país, los mayores de 12 años tienen habilitado el proceso de agenda de vacunación. Ya el 71,69% de los uruguayos han recibido la primera dosis y el 60,41% ambas dosis de la vacuna contra el COVID-19.El gobierno de Luis Alberto Lacalle ha tomado entre otras medidas el aumento de recursos necesarios para el tratamiento de casos graves de COVID-19 y el número de pruebas de detección del virus en áreas estratégicas; además, se limitó el número de participantes en reuniones privadas a 10 y el uso obligatorio de mascarilla, entre otras.