El tema desborda los límites de una reflexión de prensa. La pandemia no es un factor determinante de la presencia de los hechos que fundamentan la afirmación del título utilizado para este artículo. En efecto es un conjunto de manifestaciones concretas que dan cuenta que en los partidos políticos, sin distinción alguna, puede apreciarse que éstos demuestran poca intención e interés en reforzar el conjunto de principios que fundamentan su actual desenvolvimiento y su aspiración de entidad rectora en esa actuación de agrupación.
Las secretarías de formación y doctrina en los partidos, cualesquiera que sean, no son el espacio dinámico que destaque en la organización. No se observan publicaciones periódicas, revistas, monografías, estudios que revelen una preocupación constante por la reflexión y el debate creativo. En otros países la discusión, en cambio, fluye, se fomenta, hay contrate de visiones y se plasman los campos de intercambio de la organización. Nosotros, en cambio, privilegiamos lo electoral, la estructura en función de la lista de procesos que se suceden en diferentes niveles de la organización del estado como república.
De la Asamblea Nacional como foro indiscutible de contraste de opinión deben impulsarse los elementos de revisión de una materia o asunto de interés nacional, estadal o municipal.
Del mismo modo los criterios pueden emerger de los consejos legislativos y de las municipalidades según se trate, de estados o municipios. De esa forma, también el representante partidista encuentra canales de expresión que han de ser alimentados por los ciudadanos y sectores de la sociedad que velan por la representación de sus integrantes. De ahí que a tales cuerpos se les denomina órganos deliberantes, porque canalizan las expresiones diversas de los ciudadanos que están destinadas a ser una norma jurídica o una posición oficial del órgano respectivo.
Con esta conducta se puede obtener un encuentro entre el órgano y el ciudadano, se fomenta una cultura de intercambio, de vigilancia constante, de corrección de líneas oficiales, cualesquiera que sean, con lo que también se deja a un lado la tendencia pragmática de las organizaciones de representación y se impulsa el debate abierto con soluciones reales hacia el ciudadano.
