Venezuela es un país de climas muy variados, el frío de las montañas en Mérida se contrasta con el calor de las playas de Falcón, pero pocos lugares en el territorio nacional, tienen un sol tan abrasador como Barlovento, la tierra donde una de nuestras atletas criollas se preparó “con las uñas” para llegar a Tokio, se trata de la impulsadora de bala Ahymara Espinoza.
Por: Espectador de Caracas con información de Meridiano.net
La nativa de Rio Chico tuvo —al igual que muchos otros atletas— una preparación complejísima para poder cumplir con el sueño de estar en sus segundos JJ.OO. algo que logró con fuerza de voluntad y mucho, pero mucho carácter.
“De verdad llegar a Tokio no fue nada fácil y me siento muy contenta de poder tener esta oportunidad, porque a pesar de todas las adversidades pude lograr mi cupo”, señaló Espinoza.
Durante el último año del ciclo olímpico, Espinoza sufrió la suspensión de muchos torneos por un lado y la falta de fondos por el otro, lo que la obligó a interrumpir su preparación en Eslovenia y volver a Venezuela, donde tuvo que prepararse por su cuenta en un estadio abandonado de beisbol de su localidad y a pedir ayuda bajo todos los medios posibles.
“Tuve que trabajar con las uñas, tuve que ser psicóloga, preparadora física y a la vez atleta, tuve que cumplir con todos esos roles; eso hace todo más significativo y relevante para mí”, comentó la barloventeña.
La atleta de 36 años de edad, quien logró vacunarse contra el COVID-19, señaló que se siente muy comprometida y apoyada por la gente de su tierra. “Barlovento es su gente, es alegría, chispa y unión, ellos fueron muy importantes para la clasificación a Tokio y por eso siento y tengo el compromiso de hacer las cosas bien y dejar a Venezuela, pero especialmente a Barlovento en lo más alto como siempre trato de hacerlo”, apuntó la criolla.
Ahyamara es una de las atletas criollas que ya se encuentra en la capital nipona y que estará presente en la ceremonia de inauguración con la delegación venezolana, sin embargo, la criolla no puede ingresar a la Villa olímpica —estatuto del COI— hasta 5 días antes de su prueba, misma que se realizará el 30 de julio a las 6:00 A.M (hora Venezuela).
“Estamos en la recta final. Seguimos con los entrenamientos, con la preparación (tanto física como mental), ya no queda nada para ese gran momento que serán los Juegos. Estoy muy contenta y feliz con mentalidad positiva”, comentó la criolla.
Probablemente estos sean los últimos Juegos de Espinoza, pero la barloventeña no ve un futuro lejano a las pistas. “Esto (preparación rumbo a Tokio) me ha permitido darme cuenta de la persona que soy, quizás en un futuro cuando no siga compitiendo pueda entregarle mis conocimientos a la generación de relevo, ser coach es una opción”, finalizó la criolla.