La participación de mercenarios colombianos en el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse, y en el entrenamiento de bandas criminales en Venezuela denota que “la mayor amenaza que tiene América Latina y el Caribe es la mafia que está en el poder en Colombia”, aseveró este sábado el presidente de la República, Nicolás Maduro, durante la transmisión de mando de altos cargos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Por: El Espectador de Caracas con información de El Universal
“Esa mafia que está en el poder exporta droga, muertes, mercenarios, asesinos y tiene en la mira a nuestra amada, noble y pacífica Venezuela”, recalcó al instruir a la FANB mantenerse en alerta permanente ante el despliegue de maniobras terroristas en la nación.
Desde Fuerte Tiuna, en Caracas, afirmó que Colombia es “un país exportador de violencia y terrorismo”, fenómeno que se evidenció con la captura de 17 ciudadanos colombianos, en su mayoría exmilitares, vinculados al asesinato de Jovenel Moïse, ocurrido el miércoles 7 de julio.
“Los atacantes habían sido 28 asesinos y 26 eran mercenarios colombianos del Ejército de Colombia, incluyendo algunos enjuiciados por la justicia de paz por crímenes y asesinatos como falsos positivos, oficiales que tenían prohibición de salida del país y la Cancillería de Colombia les dio el pasaporte y les permitió salir del país”, detalló.
El también Comandante en Jefe de la FANB precisó que “el gobierno de Colombia sabía de la preparación de ese grupo de mercenarios para cometer ese crimen en Haití” y deben reconocerlo, dado que es inexplicable que 26 militares colombianos salieran de Colombia a una operación militar en el Caribe y “los organismos de inteligencia no lo supieran”.
En este sentido, sopesó la posibilidad de que la administración de Joe Biden tuviese conocimiento sobre la operación que se gestó en La Florida, donde opera la empresa que contrató al grupo mercenario que acabó con la vida de Moïse.
“Las agencias de inteligencia de Estados Unidos (CIA, NCA, FBI) tienen que haber conocido de estos movimientos de mercenarios porque se dieron en sus narices, fue en La Florida, una empresa con las sigla CUT, propiedad de un militante de la derecha venezolana extremista, quien contrató a los mercenarios y dirigió el asesinato del presidente Jovenel Moïse”, enfatizó.
El Dignatario rechazó que la mediática internacional pretendiera imponer una falsa matriz de opinión sobre la supuesta participación de ciudadanos venezolanos en el magnicidio de Jovenel Moïse.
“En las primeras de cambio, los medios de comunicación mundiales trataron de involucrar a Venezuela en este caso, los medios internacionales (dijeron) que habían venezolanos y comenzaron a construir una manipulación, un falso positivo”, apuntó.
Explicó que la exportación de mercenarios, fenómeno que inició en Oriente Medio, se extendió al norte de África y, más tarde, a otras naciones del mundo, también se reflejó con la detención de ciudadanos colombianos en la Cota 905, donde entrenaban a delincuentes para desestabilizar zonas populares de Caracas.
Denunció que las organizaciones criminales que operan en la Cota 905 son «formadas, financiadas y armadas por el paramilitarismo colombiano».
Ordenó a la FANB “seguir garantizando la paz, la estabilidad y la seguridad en el territorio nacional” a través del ajuste y perfeccionamiento de tácticas, despliegue permanente, búsqueda y captura de los enemigos de la paz.
“Venezuela tiene grandes amenazas, que nadie se olvide”, sentenció.
