Los casos de Burnout van en aumento y, de acuerdo con The New York Times, cada vez son más las personas que se sienten agotadas, desmotivadas y sin ganas a causa del trabajo, las responsabilidades y el estrés constante al que estamos sometidos (en especial después de que la pandemia de coronavirus hiciera que nuestros días giraran casi completamente alrededor del trabajo).
Por: El Espectador de Caracas con información de GQ
Todos tenemos un límite, un punto en el que ya no queremos o podemos hacer una sola cosa más y en el que sentimos como si alguien hubiera apagado el switch que hacía que nuestro cerebro funcionara correctamente, las ideas dejan de fluir, la energía llega a un nivel peligrosamente bajo y el estrés, la frustración y la ansiedad se apoderan por completo de lo que solía ser un adulto funcional y ahora solo parece uno de esos juguetes a los que ya se les están acabando las baterías y ahora solo hacen ruidos extraños en un tono incomprensible, grave y tenebroso.
El Burnout es muy real, es lo que pasa cuando trabajas demasiado sin reservar algo de tiempo para descansar, desconectarte de todo y recuperarte de una jornada pesada y demandante. Nada en exceso es bueno, especialmente el trabajo, no importa que tanto te guste, que tan bueno seas o que tan presionado estés por alcanzar una meta determinada, trabajar demasiado eventualmente va a hacer que te sientas física y emocionalmente destruido (en Japón existe el termino Karoshi, que literalmente significa morir por exceso de trabajo) y que tu rendimiento y la calidad de lo que haces comience a bajar cada vez más.
No es que esto sea una novedad, pero en 2021 se siente diferente y más intenso, y aumenta cada vez que abrimos las noticias y nos topamos con historias que no son exactamente esperanzadoras. Además trabajar noche y día sin descanso, no tomar vacaciones y no tener vida más allá de la oficina no ayuda, de hecho, de acuerdo con los psicólogos, esto solo lleva a que seas una estadística más en el caso del estrés crónico y que sufras las consecuencias de vivir demasiado presionado 24/7.
El estrés es una respuesta física que puede incluso llegar a cambiar tu cerebro y afectar la forma en la que funciona (además de que tiene consecuencias físicas) y es la principal causa del Burnout, pero evitarlo no es tan complicado, simplemente hay que reconocerlo, establecer algunos límites y hacer cambios pequeños que tengan un gran impacto en tu calidad de vida.
¿Cómo reconocer el Burnout por trabajo?
Los expertos dicen que hay algunas señales que no debes ignorar:
- Pierdes la pista de las tareas que debes hacer (olvidas cosas)
- No logras completar el trabajo a tiempo
- Sueles sentirte triste, irritable o enojado todo el tiempo
- Experimentas desesperanza, pérdida de interés en las cosas que te gustan o fatiga
- Te sientes desanimado o apático con respecto al trabajo
- Duermes mal, tienes insomnio o problemas para quedarte dormido
- Tienes síntomas físicos como dolor de pecho, dolores de cabeza, te enfermas más seguido, palpitaciones del corazón, mareos o desmayos o dolor gastrointestinal
¿Cómo combatir el Burnout?
Llega a tiempo (aunque estés de Home Office)
Ser puntual tiene muchas ventajas, no solo evitas regaños del departamento de Recursos Humanos, también te permite tomarte unos minutos para ti, prepararte un café y respirar, antes de meterte de lleno en tu trabajo y comenzara responder correos o realizar pendientes sin tener que correr.
No comiences a trabajar en cuanto te sientes en tu escritorio
Lee una noticia, escuchar un poco de música, medita con un podcast o realiza una actividad pequeña (como algunos estiramientos par tu dolor de espalda) antes de comenzar a revisar todos tus pendientes, esto puede ayudar a mejorar tu estado de ánimo y a que te sientas mejor y más motivado al iniciar tu día.
Ponte limites
Suena obvio, pero no lo es tanto, debes aprender a identificar cuando ya te pasaste o cuando todavía puedes seguir, y para eso es indispensable tener límites de tiempos y cantidad de cosas que puedes hacer durante el día sin llegar al punto en el que sientas que ya no puedes más. Los limites también te ayudan a estar más organizado y a dividir tu día de forma más eficiente.
Un buen tip es de de tener horarios para comenzar y dejar de trabajar, esto te ayudará a desconectarte y a poder relajarte al final del día.
Establece una rutina
Tener una rutina estable es la mejor forma de ser más estructurado, si sabes lo que tienes que hacer a lo largo del día es más difícil que se te olviden las cosas y los pendientes empiecen a amontonarse en una lista interminable que no vas a saber ni por dónde empezar.
Tener una hora para despertar, dormir o hacer ejercicio te ayuda a planear mejor tu día y a estar seguro de que tienes tiempo para todo lo que quieres hacer sin estar corriendo.
Deja el trabajo en la oficina
El trabajo no es tu vida entera, hay muchas otras cosas que son igual de importantes, tu familia, amigos, tu descanso, etc… y respetar los horarios de cada uno es una forma infalible de asegurarte de que no te vas a cansar de ninguno y que no te vas a ahogar en un vaso de agua.
Cuando estás en Home Office, esto se puede lograr cerrando la computadora y saliendo del espacio que designaste para trabajar, que de preferencia debe ser separado a tu cuarto o el lugar que usas para relajarte,
No te saltes comidas
Esto es fundamental, la comida es el combustible que necesitas para funcionar, pero no solo nutre tu cuerpo, sino también a todos tus órganos, incluido tu cerebro, y si no los alimentas correctamente es más difícil que puedas recuperarte o lidiar con un día intenso.
Hay alimentos que te dan una buena dosis de energía sin hacer que te sientas pesados, así que es importante que lleves una dieta saludable y balanceada.
“Me Time”
Aunque sea por unos minutos, los expertos recomiendan reservar tiempo para ti, para meditar, para ver una serie que te gusta o para salir a caminar sin que nadie te moleste, así podrás analizar cómo te sientes al final del día y hacer algo al respecto si las cosas no an bien.