El metocarbamol es un carbamato análogo derivado de la mefenesina. Puede adquirirse solo a través de su nombre genérico o en combinación con otros fármacos, bajo las marcas comerciales Robaxin ® o Robaxisal ®. El medicamento en cuestión pertenece al grupo de los relajantes musculares.
Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Aún no se conoce la forma exacta en la que el compuesto actúa en el organismo, sin embargo, se sabe que tiene efecto a nivel del sistema nervioso central. Genera un efecto depresor al bloquear los reflejos de contracción a nivel de la médula espinal, lo que conlleva una disminución del dolor sin afectar al músculo ni a la placa neuromuscular.
¿Para qué se usa el metocarbamol?
Los relajantes musculares se emplean en el tratamiento de los espasmos dolorosos a corto plazo. De esta manera, la principal utilidad clínica del metocarbamol es disminuir el dolor de eventos musculares y esqueléticos agudos, entre los que destacan las torceduras y los esguinces.
Este es de uno de los relajantes musculares más antiguos, no obstante, no es la primera opción de tratamiento. Múltiples estudios han demostrado que el compuesto es menos efectivo y más tóxico que los fármacos recientes, por lo que su prescripción ha disminuido.
El medicamento puede aliviar los síntomas por sí solo, pero se emplea junto con el reposo, la terapia física y otros medicamentos para mejorar los resultados. Por otro lado, el compuesto puede aliviar otras afecciones dolorosas no indicadas en la etiqueta, como el dolor lumbar crónico, la artritis inflamatoria y la fracturas de costillas.
¿Cómo se administra el metocarbamol?
El compuesto está disponible en presentaciones de 500 y 750 miligramos para ser administrados por vía oral. La principal forma farmacológica son los comprimidos, los que deben ingerirse enteros, sin masticar o triturar y de preferencia con los alimentos.
El tratamiento con metocarbamol debe ser lo más corto posible, a fin de evitar la aparición de efectos secundarios severos. De esta manera, el especialista puede suspender la administración cuando el dolor muscular desaparezca.
Dosis recomendada
La dosis recomendada para cada paciente puede variar, dependiendo de la afección que se desee tratar, la intensidad del dolor y las condiciones generales. En este sentido, siempre se recomienda seguir las instrucciones brindadas por el especialista.
De acuerdo con el prospecto interno del fármaco, la dosis diaria para los adultos puede variar entre 4 y 6 gramos. La dosis total se puede dividir en la ingesta de 2 a 3 comprimidos, 4 veces al día. Se debe tener en cuenta que el especialista puede aumentar esto hasta alcanzar los 8 gramos al día durante las primeras 72 horas.
Los pacientes de edad avanzada suelen necesitar una dosis menor para tener el efecto deseado. En ellos se recomienda la ingesta de 1 comprimido 4 veces al día. Por su parte, los pacientes con falla hepática o alguna afección en este órgano deberán aumentar el periodo transcurrido entre cada dosis.
Seguridad y efectos secundarios
Todos los medicamentos comercializados en la actualidad pueden generar la aparición de efectos no deseados, incluso cuando se consumen en dosis adecuadas. Estudios demuestran que las reacciones secundarias más frecuentes ocurren a nivel neurológico, por lo que pueden afectar el nivel de atención y la capacidad de reacción de las personas.
Sin embargo, el medicamento también es capaz de alterar otros sistemas, pudiendo aparecer alguno de los siguientes signos:
- Somnolencia y sedación.
- Dolor de cabeza.
- Mareos.
- Confusión.
- Amnesia.
- Vómitos.
- Dispepsia.
- Sabor metálico.
En términos generales, el medicamento es bien tolerado por la mayoría de los pacientes, pero tiene el potencial de generar una lesión hepática leve. En la actualidad se desconoce la frecuencia en la que el metocarbamol afecta al hígado, ya que las publicaciones establecen que existe poca evidencia al respecto.
Contraindicaciones del metocarbamol
El consumo del medicamento está contraindicado en ciertas situaciones en las que el riesgo de su ingesta supera con creces los beneficios. Debe evitarse en pacientes alérgicos al principio activo o a alguno de los excipientes para evitar la aparición de un shock anafiláctico.
El metocarbamol tiene un efecto depresor en la actividad muscular, por lo que se debe evitar si se padece de una enfermedad llamada miastenia gravis, ya que puede empeorar el cuadro clínico. El medicamento también puede empeorar la evolución de la epilepsia, el daño cerebral y algunas afecciones encefálicas.
El uso del compuesto se debe evitar en los niños y adolescentes menores de 18 años, ya que no existen estudios certeros que muestren su eficacia. La administración en adultos mayores debe realizarse con sumo cuidado, pues aumenta el riesgo de lesiones y accidentes por la somnolencia.
Un fármaco útil, cuyo uso ha disminuido
Los medicamentos pertenecientes a los relajantes musculares de acción central como el metocarbamol son de gran utilidad para aliviar el dolor generado por espasmos musculares. Este fármaco tienen un tiempo de absorción corto, por lo que sus efectos se notan a los pocos minutos después de la ingesta.
A pesar de todo, la prescripción del compuesto ha disminuido en los últimos años por la aparición de nuevos medicamentos, los que resultan más potentes y generan menos efectos secundarios. El consumo de metocarbamol es relativamente seguro, no obstante, existe el riesgo de que produzca una lesión hepática.