En ocasiones sucede que nos despertamos más cansados que antes de irnos a dormir, nos sentimos fatigados, con dolor de cabeza y desconcertados.

Por: El Espectador de Caracas con información de Noticias al Día y a la Hora

Todo esto se debe a dormir en exceso y alterar nuestro “reloj biológico”.

Dormir de más:

El ritmo circadiano, que tiene la función de “reloj biológico”, regula las horas a las que le hemos “acostumbrado” a dormir, por lo que crea un horario de sueño.

El problema ocurre cuando lo alteramos y dormimos más de la cuenta, lo que los expertos llaman “la resaca del sueño”. Debido a que los síntomas de despertar cansado después de dormir son similares a los de una resaca por alcohol, este fenómeno recibe ese nombre.

El ritmo circadiano, genera una hormona llamada melatonina, que es responsable de inducir el sueño y es producida a las horas que solemos dormir, mientras que deja de propagarse cuando despertamos.

Ahora bien, si normalmente despertamos a las 7 de la mañana pero un día seguimos de largo y dormimos más, nuestro ritmo circadianos de igual forma enviará las señales al cuerpo para funcionar como si estuviésemos despiertos, por lo que al despertamos, tendremos mucha menos energía de la normal.

Etapas del sueño:

Sin embargo esta no es la única razón de la resaca del sueño. El miembro de la Junta Americana del Sueño y psicólogo clínico, Michael Breus, explica que este cansancio también se debe a despertar en una etapa de sueño equivocada.

Resulta que el sueño se divide en cinco etapas o ciclos, las dos primeras se basan en un sueño ligero donde es posible que nos despertemos, mientras que las fases restantes son más profundas y es difícil despertar.

Ahora bien, Breus afirma que cuando dormimos más de lo normal, todas estas etapas se alargan y cabe la posibilidad de despertar en una fase de sueño profundo, que en caso de hacerlo, despertaremos en un estado de resaca del sueño.

También puede ocurrir que al momento de tomar una siesta para “recompensar” el sueño, no lo hagamos en las condiciones que acostumbramos (luz encendida, exceso de ruido, temperatura etc), por lo que nunca entremos en una etapa de sueño profundo y por ende, no descansemos.

Dormir en exceso no es malo siempre y cuando no sea una rutina frecuente, pues en caso de ser habitual, puede desencadenar enfermedades como diabetes, problemas cardiovasculares y obesidad. Por esta razón, siempre se recomiendo un límite de sueño según la edad de la persona. reseña culturizando