Todos hemos sufrido en más de una ocasión el típico dolor de cuello. Ahora bien, la situación se agrava cuando la tortícolis hace acto de presencia.
Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Hemos de tener en cuenta que la tortícolis no es una simple molestia. En realidad, es una contracción muscular que se centra en el cuello y que dificulta la capacidad de movimiento. Es un tipo de distonía muy dolorosa e incapacitante.
Este problema puede ser algo puntual debido a una mala postura prolongada o, por el contrario, podemos también sufrir tortícolis de forma frecuente debido a un problema hereditario.
Sea cual sea nuestro caso, nunca está de más visitar a un buen fisioterapeuta para que nos ayude, así como aplicar los consejos para tratar la tortícolis que, a continuación, expondremos.
¿Cómo se empieza la tortícolis?
Lo más probable es que te hayas levantado por la mañana y notes que te es imposible girar el cuello. Es probable, incluso, que lo notes inflamado.
En este caso no es recomendable que realicemos ejercicios de rehabilitación para recuperar la movilidad. El dolor está ahí y nuestra prioridad tiene que ser reducirlo. Para ello, tendremos en cuenta lo siguiente:
- Recurrir al clásico antiinflamatorio: no obstante, recordemos pautar con nuestro médico su administración y no abusar de ello. De lo contrario nuestro estómago se resentirá y dejarán de tener efecto.
- Preparar una infusión de jengibre: sus propiedades calmantes y antiinflamatorias nos pueden ser muy útiles.
- Utilizar una bolsa de gel frío: ayudará a reducir el dolor y la inflamación. Podemos, después, darnos una ducha caliente.
Remedios para tratar la tortícolis
La importancia del descanso
Hemos de tener claro que una tortícolis o un dolor de cuello no se va en unas horas, ni en un día para otro. Requiere de tiempo y, ante todo, cuidar de nuestro eje postural.
Por ello, evitemos hacer movimientos bruscos, cargar con mucho peso o forzar el cuello en las primeras horas que ha aparecido el dolor.
- Es muy recomendable que nos acostemos entre 3 y 4 veces al día en el sofá o en la cama durante 20 minutos. Esa contracción en el cuello requiere reposo y ante todo, mantenerlo erguido. Permanecer en posición horizontal nos ayudará mucho.
- Recordemos tomar no solo infusión de jengibre, sino que la manzanilla, el azahar, la lavanda o la salvia también nos serán de gran ayuda.
Proteger el cuello
Si bien es cierto que la combinación frío-calor es muy efectiva para reducir la inflamación y el dolor, es necesario que evitemos coger frío en la zona del cuello.
Evitemos los lugares donde pongan el aire acondicionado fuerte lo máximo posible y, si tenemos que salir a la calle, protejamos el cuello con un pañuelo o una bufanda.
Propiciar una buena temperatura y un calor constante en esta parte va a ayudar a que la tortícolis sea menos dolorosa.
Hacer uso de los aceites esenciales
Aceite esencial de romero
Este aceite es uno de los mejores para aliviar los dolores musculares. Algunas de sus propiedades son las siguientes:
- Dispone de principios estimulantes y tónicos que favorecen la circulación sanguínea.
- Es muy beneficioso para aliviar los dolores musculares y problemas óseos, como la artritis, el lumbago, esguinces y tortícolis.
Para beneficiarnos de él podemos aplicarlo sobre el cuello con un suave masaje. En unos minutos notaremos un calor en el cuello muy reconfortante.
Aceites esenciales de jengibre y lavanda
En este caso vamos a beneficiarnos de las propiedades del aceite de jengibre para reducir la inflamación y de la virtud de la lavanda para relajar los músculos.
- Daremos varios masajes en la zona con estos dos aceites a lo largo del día.
- Esta combinación reactivará la tonicidad del cuello, lo destensará y aliviará el dolor.
Suaves ejercicios cervicales
Los ejercicios cervicales los realizaremos cuando nuestro dolor no sea tan intenso y una vez que la inflamación ya no sea tan patente.
En caso de que no sepamos cómo hacerlo o de que notemos que nuestro cuello está muy rígido, es preferible acudir al médico o a un especialista. Las contracturas y los problemas musculares provocan un gran sufrimiento y siempre debemos ponernos en buenas manos.
¿Qué ejercicios cervicales podemos realizar?
- Mueve la cabeza durante 10 segundos en forma de círculos más o menos grandes, lo que te permita el dolor y la rigidez.
- Más tarde, di que “sí” y que “no” con la cabeza, alternando a intervalos de 20 segundos.
- Ahora dirige las orejas hacia los hombros. A continuación, levanta los hombros a la altura de las orejas. Hazlo en series cortas de 20 o 30 segundos.
Recuerda que en todo momento los movimientos deben ser suaves y muy lentos. El ejercicio constante y gradual te permitirá adquirir más flexibilidad para disminuir la tensión y la rigidez.
Esperamos que logres lidiar con la tortícolis de una mejor manera y que lo mencionado te ayude cuando aparece de manera inesperada. Asimismo, te recomendamos que si sueles sufrirla con asiduidad lo comentes con tu médico de confianza.