El sheriff del condado de Riverside, donde Donald Trump dio un mitin el sábado por la noche, dijo que probablemente impidió un tercer intento de asesinato contra el candidato al detener a un hombre de 49 años con un arma cargada y falsos pases de prensa para acceder al recinto.
El sheriff , Chad Bianco, dijo el domingo: «Probablemente detuvimos otro intento de asesinato». Sin embargo el detenido, Vem Miller, quedó en libertad después de haber pasado a disposición judicial, y declaró que en realidad apoya a Trump y llevaba esas armas para defenderse.
La policía investiga los hechos. A diferencia de los incidentes anteriores, el sospechoso no llegó a apuntar hacia el candidato, ya que fue interceptado mientras intentaba ingresar al mitin con armas y un pase falso. El sheriff fue quien reveló la hipótesis del intento de asesinato, primero en una entrevista en el diario local, The Press Enterprise.
El detenido, un residente de Las Vegas, fue sorprendido en posesión ilegal de una escopeta, una pistola cargada y un cargador de alta capacidad. Fue arrestado en un todoterreno negro sin incidentes y trasladado a un centro de detención, acusado de posesión ilegal de armas. Quedó en libertad bajo fianza de 5.000 dólares la misma noche del sábado.
Este arresto no afectó la seguridad de Trump ni la de los asistentes. El expresidente intervino en el mitin del sábado sin contratiempos, protegido por una mampara antibalas, una medida que ha sido habitual desde el intento de asesinato en julio, cuando una bala le rozó la oreja, salvando su vida por apenas unos milímetros. En el mitin, Trump afirmó ser víctima de incitación a la violencia por parte de los demócratas. «Dos veces han intentado matarme», dijo en su discurso.
Trump ha sufrido ya dos intentos de asesinato en la campaña: en julio, en Butler, Pensilvania, y en septiembre, en Palm Beach, Florida. En el primer incidente, un francotirador disparó contra Trump desde un edificio cercano, rozándole la oreja antes de ser abatido por los agentes del Servicio Secreto. En ese ataque, un asistente al mitin, el bombero Corey Comperatore, murió protegiendo a su familia. El agresor, Thomas Crooks, murió por disparos del Servicio Secreto.
En el segundo caso, Ryan Routh fue arrestado mientras intentaba disparar a Trump con un rifle desde un matorral que rodeaba un campo de golf en West Palm Beach, cerca de donde reside el candidato en su mansión de Mar-a-Lago.
Crooks, en el primer ataque, era un votante republicano y no han trascendido sus motivaciones en la investigación. En cambio, Routh, detenido en el segundo ataque, era un demócrata que había viajado a Ucrania para apoyar al país en su guerra contra Rusia, aunque no llegó a tomar armas. En redes sociales, Routh acusaba a Trump de proteger y apoyar a Rusia en ese conflicto.
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