23 de noviembre de 2024 3:19 AM

Jesús Seguías: “Biden es partidario de las negociaciones, no para discutir a cuál país debe irse asilado Maduro, sino para ir a elecciones confiables»

El expresidente estadounidense Donald Trump impidió que la oposición venezolana entendiera que la única opción que quedaba era negociar con el régimen de Nicolás Maduro, dijo el consultor político Jesús Seguías, presidente de la empresa de investigaciones DatinCorp, en entrevista con El Nacional.

Por: El Espectador de Caracas con información de El Nacional

La cerrada posición de Estados Unidos sobre Venezuela tuvo un notable giro luego de que el demócrata Joe Biden llegó a la Casa Blanca. Aunque ratificó su respaldo a Juan Guaidó como presidente encargado de la República, el mandatario ha optado por tener una línea menos agresiva en comparación con la que Trump había mantenido sobre el régimen socialista.

“Biden es partidario de las negociaciones, no para discutir a cuál país debe irse asilado Maduro, sino para ir a elecciones confiables, aún con Maduro en el poder. Si la oposición hubiese renunciado a la ruta insurreccional impulsada por Trump ya habría negociado un nuevo Consejo Nacional Electoral lo más equilibrado posible”, afirmó Seguías.

Señaló que Guaidó sabe lo que le costó a la oposición y al país haber dejado todas las decisiones en manos de Trump y sus intereses. “Jamás los venezolanos debemos perder la soberanía en las decisiones que nos competen”, agregó el experto.

—¿Es posible que este nuevo proceso de negociación que se intenta no termine en fracaso? ¿Estarán Guaidó y Maduro dispuestos a ceder?

—Las negociaciones que se plantean hoy tienen un contexto nacional e internacional totalmente distinto al que existía en los anteriores procesos de negociaciones. El país está en bancarrota y en caos total. La bancarrota no solo es económica sino política, ética, emocional y social. Lo peor es que esta crisis nos sorprende sin liderazgos confiables que procedan a resolverla. Tanto el gobierno como la oposición están obligados a responderle al país. La solución está en manos de los dos. Y el país debe forzarlos a entenderse, aun cuando eso implique que algunos deban hacer importantes concesiones y sacrificios individuales y partidistas. Así es el juego en todas las negociaciones. Lo correcto es que los intereses del país priven sobre los particulares. Hasta ahora ha sido al revés. Por eso hemos llegado a este caos. Es hora de buscar soluciones que satisfagan las necesidades de un país que perdió la confianza en sus políticos.

—¿Podría influir que Donald Trump no esté en la presidencia de Estados Unidos? En la gestión de Biden pareciera que se mantiene una política menos agresiva hacia el régimen de Nicolás Maduro.

—Sin duda alguna, Trump fue un factor de perturbación que no ayudó a los venezolanos. Creó muchas expectativas falsas. Se limitó a algunas sanciones muy severas y a mucha fanfarronería de micrófonos, lo cual no asusta a gobernantes formados en la escuela de La Habana y que además cuentan con el apoyo de dos grandes potencias: Rusia y China, lo cual hacía más difícil aún, diría que imposible, la dimisión de Maduro. La «amenaza creíble” de Trump en realidad no era creíble. El asunto es que Trump impidió, bajo amenaza de sanciones, que los opositores hiciesen durante los dos años anteriores lo que hoy están haciendo bajo la sugerencia e impulso de Biden: pisar tierra, entender que la única opción que queda es negociar con el gobierno de Maduro un desenlace electoral a la crisis política, y tratar de resolver con urgencia los grandes problemas del país. Biden es partidario de las negociaciones, no para discutir a cuál país debe irse asilado Maduro sino para ir a elecciones confiables, aún con Maduro en el poder. Si la oposición hubiese renunciado a la ruta insurreccional impulsada por Trump, a partir del 30 de abril de 2019, con toda seguridad ya habría negociado un nuevo Consejo Nacional Electoral lo más equilibrado posible, y el año pasado habría acudido de manera exitosa y unida a las elecciones parlamentarias en 2020. Hoy la Asamblea Nacional estaría en manos de la oposición y no del gobierno.

—Guaidó finalmente cedió a una negociación directa con el chavismo, pasos que ya había adelantado Henrique Capriles y Stalin González el año pasado. De hecho, Capriles dijo en el diario El País de España que se reunirá con Guaidó.  ¿Se acercaría la oposición venezolana a la unificación?

—Ojalá eso ocurra. Y me parece muy sabio que todos los dirigentes de oposición se reúnan, sin excepciones. En política hay que aprender a pasar las páginas improductivas. Pero como vengo diciendo, la unidad no es un fin en sí misma, es una herramienta para darle fortalezas a una estrategia determinada. Y es allí, en la definición de los objetivos, de las estrategias, y especialmente en la selección de los actores principales donde se tranca el juego y se generan los desencuentros. Capriles y González, al igual que muchos otros líderes opositores, han sido partidarios de retomar la ruta electoral, razón por la cual fueron objeto de muchas agresiones. El tiempo les dio la razón. Su tesis era la correcta. Entonces mal pueden algunos seguir discriminando y rechazando a quienes propiciaban la ruta electoral. De manera que es saludable que hoy todos comiencen a remar en la misma dirección. Eso significa tener objetivos únicos, estrategias únicas, y colocar al frente de la ejecución de esas estrategias a los actores más adecuados para el logro de los objetivos.

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