El Real Madrid ha logrado sacar un punto, tremendo el esfuerzo de fe de un Real Madrid que jugó bien, que llegó más, que dominó y no mereció perder.

El Gladbach llegó dos veces e hizo dos goles que dejaban al Madrid prácticamente en la calle, pero este punto final, sobre todo por los dos que dejan de ganar los alemanes saben mucho mejor. Lo de la semana que viene ante el Inter ya no es un aviso. Es un duelo a vida o muerte.

Por el conjunto alemán Marcus Thuram marcó ambos goles al 33 y al 58. El 2-0 elimino la confianza blanca y multiplicó a los alemanes, que pudieron golear. Courtois sacó un mano a mano a Plea aprovechando el desconcierto visitante. Tiempo de relevos. Retiró Zidane a Vinícius, desacertado como en los viejos tiempos -mandó al córner un pase atrás de Valverde- y entró Hazard, pero no fue el belga el revulsivo.

El Madrid lo perdía 2-0 hasta el minuto 87 cuando ya jugando Ramos como centro delantero, un gran esfuerzo anímico del capitán merengue empujando a su equipo que logró alcanzar un empate, descontando Benzemá a centro de Fede Valverde y pivoteo de Casemiro evitando que el balón se fuera por la raya final, se la baja a Benzema que remata al fondo de la red. De hecho, falló un mano a mano con Sommer desde cerca tras una genialidad de Benzema. Sí, fue el francés quien rescató al Madrid al volear una dejada atrás de Casemiro de cabeza.

Pasaban ya dos minutos de cuatro del añadido cuando la hinchada pedía un centro rápido el Madrid elaboró la jugada, sirvió Modric, dejó Ramos y Casemiro convirtió un empate milagroso, el 2-2 definitivo al 90+3.