19 de septiembre de 2024 6:37 PM

Gonzalo Oliveros Navarro: El interregno

Así llamamos en días pasados para el foro que sobre la situación venezolana luego de la elección del pasado domingo realizamos el pasado 20 de julio, el período que transcurriría entre el 29 de julio y el próximo 10 de enero. Ese lapso ya está en curso y los acontecimientos en pleno desarrollo.

El CNE ha proclamado como ganador de la contienda presidencial venezolana a Nicolás Maduro. Lo hizo sin elaborar el acta de totalizacion que la Ley Orgánica de Procesos Electorales le obliga y lo proclamó a pesar de que informa que no presenta los resultados o las actas que lo originan porque le hackearon el sistema, lo que impediría haber hecho tal proclamación pues los resultados podrían estar alterados y a pesar de eso formalizaron la decisión.

Como corolario de ello, hoy el señor Maduro ocurre al TSJ. Desconozco el contenido del escrito que presentó y por ello no opinaré sobre el mismo. Al respecto solo diré, por una parte, que me sorprende que quien ha sido declarado ganador, ocurra a la vía judicial y por la otra, sin que implique contradicción con lo anterior, que ese es el ambiente natural para quien controla, con mano férrea, esa instancia. Admito en todo caso que me interesa más otros aspectos de lo ocurrido.

Lo primero es que el acto electoral y la dicotomia de resultados entre el anunciado sin actas por el CNE y el publicitado con estas por María Corina Machado implica sin duda un gran problema. Lo primero que deja muy mal parado al CNE no solo en perjuicio de sus rectores sino de la capacidad técnica del organismo.

Mientras este no ha sido capaz 72 horas después de cerrada la elección de presentar al público resultados con base cierta y actas que los sustenten, los particulares -ergo la oposicion- si lo hace y le permite a cualquier ciudadano, tan solo colocando su número de cédula de identidad, acceder al acta de votación de su respectiva mesa lo cual, por cierto fue posible porque los testigos, de todos los partidos que tuvieron acceso a las actas, se las allegaron a quienes estaban haciendo la recopilación y totalizacion correspondiente.

Lo segundo que, como consecuencia de la actuación comicial y la actuación opositora contraria evidenciando las falencias de la misma -certificadas nada menos que por uno de los dos observadores de la elección, el Centro Carter- los ciudadanos estiman que el resultado anunciado es contrario a la realidad, lo que ha devenido en protestas en todo el territorio nacional, detenidos y muertos de por medio. Mientras eso ocurre la comunidad internacional se moviliza y buena parte de la misma toma partido.

Los amigos del señor Maduro -Rusia, China, Nicaragua, Cuba- respaldan la decisión del CNE. En contraria reacción a la misma otros países la rechazan señalando la existencia de un fraude, en tanto que otros más manifiestan la necesidad de que se publiquen todas las actas para darle veracidad al resultado que corresponda y que la comunidad internacional lo certifique.

Admito que en lo personal comparto la última posición. Creo que quienes hacen esta última exigencia sin hacer calificativos respecto de los actores -que mucho agradan al público de galería pero nada aportan para la solución- contribuyen mucho más a la solución de la crisis que aquellos actores que ofrecen hacer diligencias ante la Corte Penal Internacional para que esta decida lo atinente al caso Venezuela sabiendo que dicho órgano judicial se moverá solo cuando ella quiera y no cuando actores políticos, para sumar aplausos, lo requieran.

Bajo esos supuestos, la omisión de Colombia y Brasil en no aprobar la resolución planteada este pasado 31 en la OEA creo que fue la correcta. Dejan ellos abierta una línea de comunicación con el señor Maduro que, si logra construir las garantías que este requiere para entregar el poder el próximo 10 de enero, facilitará la solución de nuestra crisis pues, mientras ellas no existan, el atrincheramiento presidencial, de sus compañeros y familia, continuará.

El interregno que transcurre no es para amateurs. Estamos presenciando política de primer nivel que tiene como fondo el control por parte del hemisferio occidental o de sus adversarios, del 24% de las reservas mundiales de petróleo -enterradas en esta tierra de gracia- lo que no es poca cosa y que están controladas, en este momento por una persona que tiene, sobre su cabeza, no solo sanciones personales de importantes gobiernos del mundo sino tambien, adicionalmente, una recompensa si es detenido.

Gonzalo Oliveros Navarro 
@barraplural

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