Jesús A. Rondón
Este sector “liderado” por Juan Guaido, se ha venido resistiendo sistemáticamente de manera pública a un proceso de diálogo, y en contraparte invoca el aumento de implementación de las medidas coercitivas unilaterales por parte de gobiernos extranjeros. Este sector se está implosionando, gracias a que un pequeño grupo es el que hace uso ilegal de los recursos secuestrados a la República Bolivariana de Venezuela y de los fondos de gobiernos extranjeros, lo que deja a la mayoría con una pequeña parte del botín. Por otro lado la esterilidad de su política, también deja a la mayoría viendo, como actores con intereses similares avanzan políticamente, mientras estos están más desacreditados y en franco retroceso.
Este sector manifiesta hoy apertura al diálogo y muestra menos soberbia. El presidente Maduro, no dudó un momento y les vuelve a abrir la puerta. Los gobiernos extranjeros que los patrocinan bajan un poco el tono de agresividad y se muestran cautos. Lejos de la cobertura mediática, continuarán los encuentros y conversaciones, ahora con la participación de algunos de los actores de este sector. No esperemos que se incorporen todos, pero los que se mantengan por fuera, seguirán en franco retroceso y en la vía errática.
Los complejos procesos de diálogo político en Venezuela y fuera de ella, nos está llevando a una nueva etapa, que de concretarse, tendrá como fruto los acuerdos fundamentales para las próximas décadas. De allí, que nadie quiera quedarse al margen. Este proceso responde al reacomodo de la correlación de fuerzas, donde por minúsculo que se sea, un papel le corresponde. Esperemos que uno de los resultados claves, sea desactivar las medidas coercitivas unilaterales implementadas contra el pueblo por parte de gobiernos extranjeros, que son el lastre principal para nuestra recuperación económica.