Aurora Lacueva
Finalmente, fracasaron las iniciativas políticas del tipo “el ganador se lleva todo” y al parecer se regresa al espacio que nunca debió abandonarse: el del diálogo y la búsqueda de acuerdos democráticos y viables. Por el bien de nuestro país, esperamos que los diversos factores involucrados pongan todo su empeño en avanzar dentro de ese espacio, hacia un futuro estable de trabajo, justicia y prosperidad para todas y todos. No habrá porvenir sano y fértil si lo que priva es el sueño loco de la unanimidad y la pretensión de acceder o aferrarse al poder “como sea”. En estos años ha habido errores, abusos y faltas muy graves, pero por encima de ello el liderazgo político debe llegar a convenios de largo aliento, los cuales abran la posibilidad de que, gracias a la labor diaria de millones de venezolanas y venezolanos, salgamos de esta crisis.
Las conversaciones no deben eternizarse. Aun así, reconocemos que van a exigir cierto tiempo. Por eso hablamos de un preacuerdo patriótico: para que se puedan mejorar desde ahora, sin esperar más, algunas situaciones focalizadas muy dramáticas que está viviendo la población. Salud y educación destacan como áreas clave donde actuar. Pensemos al menos en la primera de ellas: un preacuerdo patriótico para comprar más vacunas y medicinas, rescatar infraestructuras, reparar equipos y asegurar agua y electricidad en ambulatorios, CDI y hospitales.
Con expertos de gobierno y oposición se puede hacer y luego conducir un plan serio, que avance fase por fase y que permita en pocos meses una atención más digna en los centros de salud, y una mejor remuneración a su personal. Los recursos para ello podrían venir al menos de dos fuentes: una, el desbloqueo de cuentas bancarias y reservas en oro que tiene Venezuela en el exterior, y que ahora están congeladas por las “sanciones” y el enredo de los “dos gobiernos”. La segunda fuente de recursos podría ser el financiamiento otorgado por organizaciones regionales y mundiales, cuyo apoyo hoy está bloqueado por la misma confusión institucional. Mejorar un aspecto puntual como la atención sanitaria, de esta manera conjunta y sin exigir concesiones políticas, no hace perder ninguna carta en el juego de las negociaciones. Al contrario, creemos que beneficiaría a gobierno y oposición.
@AuroraLacueva