Se habla de “consumo de saber” como característica de una nueva organización social. Los países ricos generan conocimiento y esa es su mayor distancia con los pobres, una mucho más grande que la existente en los niveles de ingreso.
No se trata de recurrir a la novela especulativa o distraerse con las insólitas proyecciones de la ciencia-ficción. Es necesario recurrir a la profundización socio-política y estudiar la reversión de las tendencias asomadas por algunos “proyectistas del futuro”.
Como alguien ha observado no sólo hay divisiones étnicas, nacionales o ideológicas, sino de posición en el tiempo. Sólo una muy pequeña parte de la población mundial está ya viviendo en el futuro. Millones de hombres viven en el pasado, sin que sobre ellos se lance un requerimiento de preparación para el futuro.
Por ello, el conocimiento se alza como el factor determinante de movilización de los procesos. Esto es, la construcción del conocimiento se inserta en la concepción misma del desarrollo, lo que conlleva a la redefinición de visión, paradigmas, capacidades técnicas, metodológicas y financieras.
Se trata de una aplicación intensiva del saber, una donde el saber pasará a ser el principal valor. La complejidad del mundo que emerge implica la tarea esencial de preparación de lo humano. Einstein, con su habitual capacidad anticipativa, ya lo afirmaba en la década de los 40, al asegurar que “los imperios del futuro van a ser imperios del conocimiento”. Hoy los conceptos han sufrido serias modificaciones, como por ejemplo la desaparición de la sociedad de la información donde se reclamaba que los massmedias emitieran, para pasar a una sociedad horizontal de comunicación.
La UNESCO ha tomado el tema con la seriedad que se merece y ha publicado diversos documentos, como el informe Hacia las sociedades del conocimiento, presentado en París por el Director General Koichiro Matsuura, documento que puede encontrarse, y ser bajado, en Google y cuya lectura recomiendo.
En Gestión de redes para el desarrollo sustentable Hugo Dutan señala los elementos que marcan el cambio: Visión del mundo y paradigma internacional de desarrollo en crisis, cuestionamiento de la naturaleza, rumbo y prioridades del desarrollo, premisa externa para el cambio y revolución tecnológica. En resumen, no se acepta ya la visión mecánica para el desarrollo, los efectos negativos para la población humana han sido graves (pobreza, desigualdad, brechas económicas y tecnológicas) lo que es rechazado, el entorno cambia aceleradamente y hay que establecer nuevos modelos de gestión.
@tlopezmelendez
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