A pesar de haber tenido serias discrepancias con actitudes de la oposición democrática me he negado a hacerlas públicas. Privadamente lo hago saber a algunos amigos de confianza en ese mundo tan complejo de la política en estos días. Hace rato dejé de hacerlo con los llamados “alacranes”. Son aliados fundamentales del régimen. No vale la pena perder el tiempo con ellos. Pero en el escenario opositor hay conciencia de patria, valor y coraje para entender los planteamientos o, al menos, para discutir los puntos con serenidad y altura. No todos piensan lo mismo. Son hijos legítimos de una democracia plural de muchos años de existencia.
Sin embargo, la desviación electoralista evita ir al fondo con los problemas concretos de la hora actual y se observa un relativo acercamiento a la idea de participar en las elecciones convocadas dejando de lado el desconocimiento logrado en buena parte del mundo al régimen de Maduro, a la Asamblea ilegítima designada a finales del año pasado, a las autoridades electorales y, lo más grave, a los resultados de la Consulta Popular donde cerca de siete millones de compatriotas expresaron su voluntad. Debe ser respetada.
Hay varios asuntos que esperan por pronunciamientos para orientar a la población. Uno de ellos se refiere a la situación de Apure y la frontera con Colombia en esa área. Militares venezolanos muertos y heridos, desaparecidos, civiles y uniformados tomados como rehenes de guerra. También cadáveres de compatriotas entregados por la facción guerrillera correspondiente a las autoridades civiles del país. Esto presenta un cuadro general muy peligroso, pero no se oye la voz opositora sobre el tema.
En medio del despelote existente y de la promoción del debate sobre la participación o no en las elecciones convocadas, el régimen avanza silenciosamente hacia la aprobación del Proyecto de Ley de las Comunas. Gravísimo. Se rompe la estructura institucional del Estado venezolano para ir, abiertamente, hacia un estado totalitario y absolutamente centralista.
Otro aspecto manejado a medias, es el referido a la pandemia del coronavirus. No sabemos si hay o no hay vacunas suficientes. Pareciera que no existe un plan integral de vacunación para el caso de que dispusiéramos de ellas, mientras el sistema de salud está en el suelo. La oposición debería apersonarse de este tema. Hay propuestas, planes y programas formulados por el sector privado y por los sanitaristas. Pero no hay respuesta y todo sigue a la deriva.
Podríamos llenar muchas cuartillas enumerando los problemas que no se atienden. Pero el espacio sólo me permite referirme a uno más. Se trata de la barbaridad que se adelanta en contra de El Nacional por cuenta de Diosdado Cabello, quien ahora amenaza también a La Patilla.
Por favor, ocupémonos de los temas prioritarios para la gente. Lo demás vendrá después.