La floración del árbol curarire ocurre una vez al año y se convirtió en el momento ecoturístico para 6.000 zulianos, que visitaron el Jardín Botánico de Maracaibo para ver el fenómeno.
El Jardín Botánico de Maracaibo fue concebido por Roberto Burle Marx y Leandro Aristiguieta. Son 108 hectáreas y es la más grande reserva del Bosque Seco Tropical de la cuenca del lago de Maracaibo.
“Es un tesoro natural al alcance de todos, que tiene más de mil curarires”, detalló David Morales, director de la Fundación Jardín Botánico Dr. Leandro Aristiguieta.
La alfombra dorada que deja el árbol se convirtió en una atracción que convocó a visitantes de Maracaibo, San Francisco, La Cañada de Urdaneta.
El agrónomo Javier Zavala explicó que es diferente al araguaney y que se despoja de sus hojas antes de florear.
Las autoridades municipales facilitaron el transporte para ir a disfrutar de la atracción.