El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró una fábrica de insulina, con la cual se retomará la producción nacional.
Lula anunció que la mayor parte de la producción de esa unidad será adquirida por el Estado y «distribuida gratuitamente».
Igualmente, el mandatario se emocionó al nombrar a su única bisnieta, Ana Lua, de siete años, que tiene diabetes tipo 1.
La producción de esa hormona en Brasil está perdiendo espacio en los últimos años y actualmente es mínima, al punto de que cerca del 95 % de la que es utilizada en el país es importada.
La nueva planta demandó una inversión de 800 millones de reales (156 millones de dólares o 148 millones de euros), financiada en parte por la banca pública.
Con información de EFE
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