El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó este jueves un decreto que demarca dos tierras indígenas: Aldeia Velha, ubicada en el estado brasileño de Bahía, con una superficie de 20 kilómetros cuadrados, y Caçique Fontoura, en Mato Grosso, con 320 kilómetros cuadrado.
En el acto en la sede del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, el mandatario también participó en la reapertura del Consejo Nacional de Política Indígena (CNPI), cuyo objetivo es articular, apoyar y proponer la política indígena oficial.
A partir de las leyes, publicadas este viernes en el Diario Oficial de la Unión (DOU), Brasil cuenta ahora con 528 Tierras Indígenas autorizadas y reservadas, alcanzando un total de 108.075.186 hectáreas.