El presidente de Argentina, Javier Milei viajó este jueves al extremo sur de ese país, a la ciudad de Ushuaia, la localidad más austral del país suramericano y conocida como «la ciudad del fin del mundo», para expresamente ver a la comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson.

No obstante, se trató de una entrevista demorada pues aunque la llegada de Milei estaba prevista antes -y anunciada en los canales de la Presidencia de Argentina, cuya señal oficial permaneció en espera durante más de dos horas y media-, el avión de la Fuerza Aérea Argentina que lo trasladó desde Buenos Aires aterrizó en Ushuaia poco después de la medianoche (03.00 UTC).

La presencia de Milei en el sur contrasta con el hecho de que días antes, en la víspera del 2 de abril, el presidente argentino rechazó participar en esa misma provincia de la vigilia en conmemoración de otro aniversario de la Guerra de Malvinas.

Tras escuchar los himnos de los dos países, como si se tratara de funcionarios de igual rango, Milei dirigió un discurso a los militares presentes, a quienes reiteró la importancia de reforzar la «alianza estratégica con Estados Unidos y los países que defienden [lo que él denomina] las ideas de la libertad».

El mandatario resaltó el valor de la Base Naval Integrada -cuyas obras se iniciaron en 2022, bajo la Administración de Alberto Fernández (2019-2023)- como «gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida» y será «la puerta de entrada al continente blanco».

Milei destacó que la presencia de ese puerto, que permitirá labores de reparación y reabastecimiento para los cruceros y barcos comerciales que navegan esas aguas, «es el camino para seguir asegurando» el derecho soberano de Argentina en la Antártida, en cuyo suelo está presente el país suramericano desde 1904.

«Nosotros estamos convencidos de que la soberanía no se defiende con aislacionismo ni discursos rimbombantes, sino con convicción política y construyendo alianzas estratégicas con aquellos con quienes compartimos una visión del mundo», aseveró.

Según había informado previamente la embajada de Estados Unidos en Argentina, Richardson tenía previsto interactuar con personal militar local, conocer sus misiones y el papel que desempeñan «en la salvaguardia de rutas marítimas vitales para el comercio global».

La general del Ejército estadounidense inició este miércoles su visita a Argentina, donde mantuvo encuentros con varios integrantes del Ejecutivo para «profundizar» las relaciones bilaterales en materia de «cooperación en defensa regional». Sin embargo, no fue recibida por el gobernador local, Gustavo Melella quien dijo: «No vamos a recibir formalmente, oficialmente y de ninguna manera a la Jefa del Comando Sur de los Estados Unidos porque realizan prácticas militares junto a Gran Bretaña en el Atlántico Sur».

Durante su visita, Estados Unidos transfirió a la Fuerza Aérea de Argentina un avión de transporte Hércules C-130H, después de la reunión entre la comandante del Comando Sur y el ministro argentino de Defensa, Luis Petri, quien también estaba presente en Ushuaia.

Esta es la tercera visita de Richardson a Argentina, como aseguró el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Marc Stanley.

El portavoz presidencial, Manuel Adorni, informó en la víspera de que esta visita se da en el marco de «las excelentes relaciones que Argentina está teniendo con Estados Unidos» con la llegada al Gobierno de Milei, lo que llevará a que, después de 13 años, el portaaviones USS George Washington de la Marina estadounidense visite el país suramericano en mayo próximo.