La agencia de espionaje de Estados Unidos (EE. UU.), la CIA (Central de Inteligencia), “tiene décadas invirtiendo y desarrollando técnicas de alteración mental” para manipular la conciencia de personas e individuos afectados en su conducta cognitiva, con el propósito de utilizarlos en sus acciones ilegales contra pueblos y gobiernos progresistas de la región y el mundo, alertó este lunes el presidente de la Asamblea Nacional (AN), diputado Jorge Rodríguez, durante el segmento Zona Digital del programa presidencial Con Maduro+.
Al comentar las noticias internacionales sobre la denuncia contra la campaña para banalizar los intentos de magnicidio que se planifican contra el mandatario venezolano, el parlamentario, junto a la periodista de TeleSUR, Madelein García, y el filósofo Miguel Ángel Pérez Pirela, explicó el esquema de “trabajo” que ha caracterizado a la CIA, todo documentado en un libro titulado “Torturas mentales de la CIA”, escrito por un investigador estadounidense.
La obra demuestra que la CIA, entre las décadas de 1950 y 1960, invirtió recursos en hospitales psiquiátricos en EE. UU. y Europa para desarrollar técnicas extremas de manipulación mental en personas débiles e intervenir sus conductas para generar situaciones de catástrofe social.
Rodríguez recordó que estas acciones dieron su resultado en el golpe de Estado de 1973 contra Salvador Allende, en Chile; en las llamadas “revoluciones de colores” en Medio Oriente, y en Ucrania, en 2014. “Y con Venezuela lo han intentado desde que el comandante Hugo Chávez llegó al poder en 1998”.
Comentó que recientemente, en la Plaza Diego Ibarra, cuando el presidente Maduro inscribió su candidatura para el 28J ante el CNE, los dos terroristas capturados de Vente Venezuela demuestran el expediente psicológico que forman parte de trastornos de la personalidad, esquizofrénico, formas de alteraciones graves, mentales, que se caracterizan porque no tienen límites, no reconocen al otro ser humano y pueden hacer daño extremo porque sencillamente no tienen empatía.
Caso João Goveia, en plaza Altamira
El presidente Maduro recordó que este fue el caso de Joao Gouveia, un oscuro personaje que el 6 de diciembre de 2002 mató a varias personas en la Plaza Altamira, cuando la oposición extremista de Leopoldo López, alcalde entonces de Chacao, y varios desertores militares tomaron aquel espacio desde el mes de octubre del año anterior.
“El seis de diciembre era evidente que fracasaron, con su huelga general, el sabotaje petrolero, y en los círculos opositores de extrema derecha se hablaba que iba a pasar algo ese 6 de diciembre. Y precisamente apareció un señor desconocido y asesinó a mucha gente y las televisoras nacionales y extranjeras acusaron a Chávez. Era un falso positivo”, resumió Maduro.
Jorge Rodríguez coincidió y resumió la investigación policial realizada entonces, en la que 10 meses antes en Caracas, Gouveia recibió entrenamiento del manejo arma de fuego, con la entrega de recursos económicos que le permitieron viajar durante 8 meses en Europa. “Él sufría de esquizofrenia paranoide, que le aparece durante la infancia y se caracteriza porque cree que está siendo perseguido y sometido a amenazas”.
El diputado socialista recordó que, curiosamente, Gouveia regresa a Venezuela. Alguien le paga una habitación cerca de la plaza Altamira y logra, con instigación de los antiguos dueños del canal de televisión privado, Globovisión, entre ellos Alberto Federico Ravell y Leopoldo Castillo, actualmente prófugos, recibir instrucciones para actuar contra los asistentes en Altamira.
El presidente Maduro acusó directamente al antiguo dueño de Globovisión, Alberto Federico Ravell, “que es mantenido del narcotráfico en Colombia, que estuvo detrás del golpe de 2002 y todos los intentos de golpes” contra Chávez.
