El Comité de Disciplina de la Federación Española de Fútbol (RFEF) sancionó con dos partidos al jugador inglés del Real Madrid Jude Bellingham, por su expulsión al final del encuentro de la jornada pasada con roja directa ante el Valencia.
La resolución del Comité desestima las alegaciones del Real Madrid en defensa de Bellingham e impone dos partidos al madridista por actitudes de menosprecio o desconsideración hacia los árbitros, con multa accesoria de 700 eruso al club y 600 al jugador, en aplicación del artículo 144 del Código Disciplinario de la RFEF.
Bellingham cabeceó a la red un centro de Brahim Díaz que habría supuesto el 2-3 para su equipo en el momento en el que el árbitro señalaba el final del partido, sin dar validez al tanto, y después fue expulsado con tarjeta roja directa por dirigirse «en actitud agresiva y a gritos», según el acta arbitral.
«Tras la finalización del partido y aún en el terreno de juego, se dirigió hacia mí corriendo y en actitud agresiva y a gritos, repitiendo en varias ocasiones ‘it´s a fucking goal’ (es un jodido gol)», apuntó en el acta Gil Manzano.
El Real Madrid alegó la existencia de un error material manifiesto, tras negar la actitud agresiva que el colegiado atribuye al jugador en el acta y afirmar que Bellingham solo se dirigió una vez al árbitro, y no es varias ocasiones y aportó prueba de vídeo de los hechos.
El club argumentó también que la expresión ‘it’s a fucking goal’, que traduce por ‘es un maldito gol’, tenga carácter ofensivo o insultante y que mantuvo que tampoco lo tendría si se optase por la traducción literal (“es un puto/jodido gol”), pues se trata de expresiones plenamente aceptadas en el lenguaje común.
Para el Comité, el repetido visionado de las imágenes no permite «concluir, más allá de toda duda, que la acción que motivó la expulsión no se produjo tal y como la describió el colegiado y, en definitiva, probar el error material manifiesto en el relato arbitral».
En concreto afirma que no le ha permitido concluir que el jugador no gritase, pues no se le escucha en ningún momento, y que no repitiese varias veces la expresión ‘it’s a fucking goal’, ya que el el corte dura 11 segundos y no muestra lo que pasó inmediatamente antes, y que su actitud no fuese agresiva.
«Todo esto (el tono y la actitud del jugador y el número de veces que se repite la frase) resulta determinante para contextualizar la acción y el efecto de las palabras concretas pronunciadas por el jugador, más allá de su traducción literal. Si este órgano disciplinario aceptase la versión del club, que no alcanza, como se ha dicho, el umbral de prueba requerido, estaría realizando una sustitución de la labor arbitral que no le corresponde», concluye la resolución.
La sanción a Bellingham, recurrible ante el Comité de Apelación, le impedirá disputar los partidos de las dos próximas jornadas de Liga, el próximo domingo ante el Celta en el Bernabéu y el sábado 16 frente al Osasuna en Pamplona.
Con información de EFE
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