La Cámara alta de Estados Unidos dio el sí definitivo a la prórroga presupuestaria de una semana acordada el miércoles entre republicanos y demócratas, horas antes de que expirasen este viernes parte de los fondos disponibles para financiar al Gobierno.
Por 77 votos a favor y 13 en contra, el Senado estadounidense aprobó finalmente el proyecto de ley y ya sólo falta la refrendación del presidente, Joe Biden, que lo hará previsiblemente en las próximas horas.
«Lo que hemos hecho hoy ha sido superar la oposición de la extrema derecha», apuntó justo antes de la votación el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Charles Schumer. Se ha logrado evitar el cierre de Gobierno «sin capitular ante los extremistas», añadió.
La votación en el Senado tuvo lugar unas horas después de que la Cámara de Representantes hiciera lo propio y dijera sí al proyecto de ley, que recibió 320 votos a favor y 99 en contra.
Casi la mitad de los congresistas republicanos que votaron -97 de 210- lo hicieron en contra del proyecto presupuestario acordado entre sus líderes y el oficialismo demócrata.
Los fondos actuales financian algunas agencias federales hasta el 1 de marzo y otras hasta el 8, mientras que el proyecto aprobado extiende la primera fecha hasta el 8 de marzo y la segunda hasta el 22.
El Congreso lleva aprobando sucesivas prórrogas presupuestarias -esta es la cuarta- desde que empezó el actual año fiscal, el 1 de octubre de 2023, hace ahora cinco meses.
Casi todas ellas han sido aprobadas al límite de que se agoten los recursos, lo que provocaría un cierre administrativo o ‘shutdown’.
En paralelo a la aprobación de las prórrogas, los dos partidos negocian los presupuestos para el año fiscal 2024 y que va hasta el próximo 30 de septiembre.
De hecho, está previsto que el 11 de marzo la Casa Blanca haga públicas sus peticiones para el presupuesto del año fiscal del 2025, cuando el Congreso ni siquiera ha aprobado el de 2024.
Cada vez que un cierre administrativo está a menos de una semana de producirse, la Casa Blanca activa un protocolo para preparar a todos sus departamentos.
Un cierre de Gobierno implicaría enviar a casa sin trabajo ni sueldo a cientos de miles de empleados públicos y la paralización de multitud de servicios.
El último cierre de este tipo ocurrió durante la Presidencia del republicano Donald Trump (2017-2021) y fue, con 35 días (del 22 de diciembre de 2018 al 29 de enero de 2019), el más largo de la historia en plenas fiestas navideñas.
Con información de EFE
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