A sus 81 años, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se encuentra bien de salud y en condiciones para desempeñar su cargo, aunque en el último año ha tenido que incorporar a su rutina una máquina para tratar la apnea del sueño que usa todas las noches.
Según el informe anual publicado por el médico oficial del presidente, Kevin O’Connor, Biden «se siente bien y el examen físico de este año no identificó nuevas preocupaciones».
«El presidente Biden es un hombre sano, activo y robusto de 81 años, que sigue en condiciones de ejecutar con éxito las funciones de la presidencia», apunta el informe médico, enviado a la Casa Blanca y facilitado a la prensa por la portavoz, Karine Jean-Pierre.
Como cada año, el mandatario demócrata, quien aspira a su reelección en los comicios de noviembre, tuvo que pasar un examen físico completo y el doctor revisó su historial médico.
Se realizaron varias consultas con especialistas en optometría, odontología, ortopedia de pie, tobillo y columna, fisioterapia, neurología, medicina del sueño, cardiología, radiología y dermatología.
El cambio principal que Biden ha tenido en su rutina, detalla O’Connor, es la incorporación de una máquina para dormir, que bombea aire bajo presión dentro de las vías respiratorias, para el tratamiento de la presión positiva en las vías respiratorias (PAP, por sus siglas en inglés).
El presidente lleva años experimentando síntomas consistentes con la apnea obstructiva del sueño (AOS).
Aunque mejoraron significativamente después de sus cirugías nasales, dada «la importancia de un sueño eficiente para cualquier persona, más para un alto ejecutivo», se decidió hacerle un estudio del sueño tras el que se le aconsejó la máquina.
El doctor recuerda además que el 3 de marzo de 2023 se descubrió que la lesión cutánea que se extrajo del pecho del presidente durante la evaluación de salud anual del año pasado no era carcinoma de células basales. «No se requirió ningún tratamiento adicional para esa lesión», apuntó.
Otro incidente que sufrió el año pasado, relata el doctor, fue una urgencia dental que se atendió en junio.
El informe médico explica al detalle la salud del presidente, quien tiene «síntomas ocasionales de reflujo gastroesofágico», que pueden contribuir «a la tos ocasional» que el mandatario muestra con frecuencia.
Sobre su capacidad motora, el doctor O’Connor afirma que su andar «sigue rígido, pero no ha empeorado desde el año pasado».
Un examen neurológico «extremadamente detallado», afirma el informe, confirmó que no había hallazgos de trastorno neurológico central del cerebelo o de otro tipo, como accidente cerebrovascular, esclerosis múltiple, Parkinson o esclerosis lateral ascendente, ni signos de mielopatía cervical.
Biden, concluye el informe, «ha estado felizmente casado durante 46 años», no consume ningún producto de tabaco, no bebe alcohol y continúa haciendo ejercicio al menos cinco días a la semana.
Pesa 178 libras (80,7 kilos) y mide 72 pulgadas (1,82 metros), con un índice de masa corporal de 24,1.
Aunque la publicación de este informe anual es rutinaria, llega en un momento en el que la salud de Biden y su capacidad para presentarse a la reelección como candidato demócrata está siendo fuertemente cuestionada.
El mes pasado, el informe del fiscal especial que investigó a Biden por un supuesto mal manejo de documentos clasificados señaló que el mandatario tiene una memoria bastante deteriorada.
Según las encuestas, su avanzada edad preocupa a los votantes y podría restarle votos en los comicios del 5 de noviembre, cuando se enfrentará previsiblemente al expresidente republicano Donald Trump (2017-2021), quien es solo tres años y medio menor que él.
Con información de EFE
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