El subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, manifestó su preocupación por la expulsión del personal de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de Venezuela, y la calificó de “alarmante”.
«La intimidación de las voces disidentes exacerba la crisis que atraviesa el país sudamericano, que sufre una grave situación humanitaria, política y económica», aseguró Nichols en su cuenta oficial en la red social X.
El funcionario estadounidense se sumó así a las voces de políticos nacionales e internacionales que han condenado la decisión del gobierno de Nicolás Maduro de expulsar al personal de la oficina de la ONU cuyo objetivo es documentar y denunciar las violaciones de derechos humanos cometidas en el país al tiempo que era un actor imparcial que podía ayudar a encontrar una solución pacífica a la crisis venezolana.
El ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo asomó este viernes que la administración de Gustavo Petro abordaba con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro esta situación.
La aseveración la dio en unas breves declaraciones a medios de comunicación a su salida de la Conferencia de Seguridad de Munich. “Estamos trabajando en eso. Estamos en diálogo», dijo Murillo al ser preguntado sobre la postura de su país a la medida de Maduro.